Pie de Foto: El gobernador Dan McKee aparece durante la conferencia de prensa en la que prometió “un día de ajuste de cuentas” por el desastre del Puente Washington, el 14 de marzo de 2024. (Foto por Alexander Castro/Rhode Island Current)
Por: Nancy Lavin
Votantes abrumadoramente escépticos sobre la fecha de finalización y el costo prometidos
A medida que se acerca la contienda por la gobernación de 2026, la favorabilidad del gobernador Dan McKee entre los votantes sigue desplomándose, con una aprobación del 25% entre los encuestados por el Centro Pell de la Universidad Salve Regina, lo que representa una caída de 11 puntos porcentuales con respecto al año anterior.
Mientras tanto, casi dos tercios de los encuestados desaprobaron el desempeño de McKee como gobernador, según la encuesta publicada el miércoles. La encuesta fue realizada por Embold Research e incluyó a 804 votantes que participaron en las elecciones presidenciales de 2024. El margen de error es de 3.6%.
Los demócratas autodeclarados fueron menos duros con McKee: el 43% dijo aprobar su gestión. Solo el 5% de los republicanos encuestados estuvo de acuerdo, y entre los votantes independientes, la aprobación fue del 19%, según la encuesta.
McKee es el único candidato declarado para la carrera por la gobernación de 2026, aunque se espera ampliamente que su rival en las primarias de 2022, Helena Buonanno Foulkes, regrese con una nueva candidatura el próximo año. Otros nombres que han circulado, pero no han sido confirmados, incluyen al presidente de la Cámara de Representantes, K. Joseph Shekarchi, y a la candidata republicana de 2022, Ashley Kalus.
El Centro Pell no preguntó a los votantes por qué desaprueban el trabajo de McKee. Sin embargo, una pregunta separada midió la confianza de los votantes en que la reconstrucción del Puente Washington se completará a tiempo y dentro del presupuesto, lo cual ofrece al menos una posible explicación, según Katie Sonder, subdirectora del Centro Pell.
Más de ocho de cada diez encuestados creen que es poco probable que la reconstrucción del tramo oeste de la autopista esté terminada para la fecha límite de noviembre de 2028, ni que se cumpla el costo de $427 millones anunciado por funcionarios estatales en junio. Los votantes republicanos fueron los más escépticos —el 94% dudó de la fecha de finalización y del costo—, pero incluso el 79% de los demócratas no confían en el cronograma ni en el presupuesto declarados.
“Eso ciertamente no ayuda al gobernador”, dijo Sonder en una entrevista.
Pero la caída en la popularidad de McKee comenzó incluso antes de la actualización más reciente que extendió el plazo y aumentó el costo del proyecto de reconstrucción del puente. Una encuesta nacional separada publicada el lunes también situó la aprobación de McKee en 25%, la más baja de cualquier gobernador de Nueva Inglaterra, y 9 puntos porcentuales por debajo del presidente Donald Trump, según la encuesta “50 States Survey” del Civic Health and Institutions Project.
Rob Silverstein, jefe de campaña de McKee para 2026, minimizó los resultados de las encuestas.
“Las encuestas van y vienen —lo que importa es el trabajo”, dijo Silverstein en un correo electrónico el miércoles. “Desde poner la primera piedra en nuevos centros comunitarios de aprendizaje en todo el estado, hasta la apertura de la nueva planta de Amazon y la preparación para finalizar nuestro nuevo laboratorio estatal de salud, el gobernador McKee está enfocado en ofrecer resultados para los habitantes de Rhode Island.”
McKee no es el único demócrata estatal que ha perdido apoyo dentro de su propio partido. Según Sonder, los demócratas a nivel nacional están lidiando con cómo recuperarse de los resultados de las elecciones de 2024.
Impulso para Amo; Reed sigue liderando
De hecho, tres de los cuatro miembros de la delegación congresional demócrata de Rhode Island también vieron disminuir sus índices de aprobación en la encuesta del Centro Pell del 9 de julio, en comparación con el año pasado. Solo el representante federal Gabe Amo, quien representa el Primer Distrito Congresional, recibió un impulso: su aprobación aumentó 2 puntos porcentuales interanuales. El senador federal Jack Reed sigue teniendo la aprobación más alta, respaldado por el 50% de los encuestados.
“En general, los demócratas están más negativos en este momento”, dijo Sonder. “Muchos representantes han perdido terreno dentro del propio Partido Demócrata.”
Las encuestas van y vienen —lo que importa es el trabajo
Rob Silverstein, jefe de campaña de McKee para 2026
Los funcionarios demócratas estatales tampoco obtuvieron buenos resultados: la vicegobernadora Sabina Matos tuvo una tasa de aprobación aún más baja que McKee, con un 22%, mientras que el tesorero general James Diossa y el secretario de Estado Gregg Amore recibieron cada uno un 29% de aprobación, según la encuesta.
Sin embargo, aún más votantes dijeron no estar seguros, lo que sugiere que la baja favorabilidad de los funcionarios menos conocidos se debe más a la falta de reconocimiento que a una evaluación real de su desempeño, explicó Sonder. Más de cuatro de cada diez votantes no supieron qué responder al ser consultados sobre la gestión de Amore y Diossa, mientras que tres de cada diez dijeron lo mismo sobre Matos.
Una excepción: el fiscal general Peter Neronha, cuya aprobación fue del 38%, con un 25% de encuestados indecisos, lo que lo posiciona como el funcionario estatal general con mejor desempeño. No sorprende a Sonder, dado el activismo público de Neronha y su participación constante en la oleada de demandas lideradas por el estado contra la administración Trump desde enero.
El partido político tuvo poca influencia en las expectativas de los votantes sobre el Puente Washington, pero sí definió divisiones claras en torno a otros temas estatales y nacionales, incluido el controvertido proyecto de ley para prohibir armas de asalto que dominó la sesión legislativa de Rhode Island en 2025.
Temas polémicos
La pregunta planteada a los votantes evaluó el apoyo a una prohibición estatal de armas de asalto, incluyendo su compra, venta y posesión —reflejando el proyecto de ley original presentado este año en Smith Hill, pero no la versión final, que solo aborda la venta y la compra, no la posesión. Más de cinco de cada diez encuestados se mostraron a favor, mientras que el 44% se opuso. Sin embargo, las diferencias fueron más marcadas según el partido: el 85% de los demócratas apoyó la prohibición, mientras que el 81% de los republicanos se opuso.
“Eso refleja lo que vemos a nivel nacional”, dijo Sonder. “Las armas son un tema partidista.”
Lo más interesante para Sonder fue la postura entre los votantes no afiliados, quienes se inclinaron hacia una posición más conservadora sobre las restricciones a las armas: el 55% se opuso a una prohibición estatal de armas estilo militar, frente al 43% que la apoyó.
Sin embargo, el bloque independiente del estado se inclinó hacia la izquierda en otras políticas potenciales, como un impuesto a millonarios: apoyado por el 91% de los demócratas y el 64% de los independientes. Un proyecto de ley presentado este año proponía aplicar un impuesto adicional del 3% a quienes se encuentran en el 1% de mayores ingresos en el estado. La propuesta no avanzó en ninguna de las cámaras, aunque Shekarchi indicó que los legisladores podrían reconsiderarla si regresan a una sesión especial en otoño para lidiar con recortes de fondos federales.
En general, los demócratas están más negativos en este momento. Muchos representantes han perdido terreno dentro del Partido Demócrata.
Katie Sonder, subdirectora del Centro Pell
También quedaron fuera de la agenda legislativa de este año en el Capitolio estatal varias propuestas para aumentar el salario mínimo de los trabajadores que reciben propinas, ya sea mediante un aumento único o incrementos graduales. Aunque los proyectos no prosperaron, los votantes de todos los partidos apoyaron abrumadoramente la medida, según la encuesta del Centro Pell.
Menos popular fue la posibilidad de implementar un programa estatal de reembolso por botellas, una iniciativa legislativa recurrente que fue postergada para un estudio comisionado por el estado al finalizar la sesión de 2025. Casi seis de cada diez votantes apoyaron la idea de un depósito reembolsable de 10 centavos por envases reciclables de bebidas, frente a un tercio que se opuso, según la encuesta. Los resultados son similares a los de una encuesta separada realizada en marzo por Save the Bay, defensores activos de la política. Sin embargo, una encuesta rival en abril, financiada por fabricantes de bebidas y minoristas, mostró el resultado opuesto: 34% a favor y 60% en contra, después de que los votantes escucharon mensajes tanto de partidarios como de opositores.
Gran parte del debate sobre el proyecto en Smith Hill se centró en el lenguaje: los fabricantes y minoristas etiquetaron el depósito como un “impuesto” que afectaría a las familias trabajadoras, mientras que los defensores ambientales insistieron en que el programa es una forma comprobada de reducir la basura e incentivar el reciclaje, sin costo adicional para el estado ni para los consumidores.
Sonder señaló que el Centro Pell trató de usar el lenguaje más neutral posible al redactar la pregunta sobre el proyecto de ley de botellas en su encuesta.
A nivel nacional, la encuesta también midió las percepciones de los votantes sobre la economía, la inmigración, el estado de la democracia y el financiamiento federal para programas clave como Medicare y el Seguro Social. Las respuestas estuvieron divididas por líneas partidarias, con los republicanos expresando opiniones positivas sobre la economía y la salud de la democracia estadounidense, mientras que los demócratas se mostraron más pesimistas. Sin embargo, de manera transversal, los encuestados apoyaron en general un mayor gasto federal en Medicare, Seguro Social y educación.
Casi la mitad de los 804 encuestados eran votantes no afiliados, con un 36% registrados como demócratas y un 15% como republicanos. Más de ocho de cada diez se identificaron como blancos, frente a un 7% de origen hispano y un 4% afroamericano. La encuesta también reflejó una amplia variedad de edades y niveles educativos.