Comprar una casa hoy se siente mucho más difícil que antes. Los precios siguen altos, las tasas de interés han subido, y para muchas personas, ser dueño de una casa parece cada vez más lejano. Pero no es imposible. De hecho, si entiendes las herramientas que existen—y sabes cómo usarlas—hay un camino claro hacia tener las llaves de tu propio hogar.
Una de las herramientas más efectivas ahora mismo es comprar puntos para bajar permanentemente tu tasa de interés. Esto significa pagar un poco más al inicio, durante el cierre, a cambio de una tasa más baja durante todo el préstamo. Y esa pequeña inversión inicial puede traducirse en pagos mensuales más bajos y un ahorro enorme a lo largo de los años. En un préstamo a 30 años, una reducción de solo medio punto puede representar decenas de miles de dólares en ahorro.
Y aquí viene lo interesante: no siempre tienes que pagar tú mismo por esa reducción. En un préstamo FHA, por ejemplo, el vendedor puede contribuir hasta un 6% del monto del préstamo para cubrir tus costos de cierre. Ese dinero puede utilizarse para pagar esos puntos y así obtener una mejor tasa desde el principio. Con una buena negociación, ese beneficio podría venir directamente del vendedor, sin que tengas que tocar tu bolsillo.
Hablando de préstamos FHA, son una excelente opción para quienes no tienen un gran enganche o no tienen el mejor historial crediticio. Con solo un 3.5% de inicial, puedes calificar y comprar tu casa. Además, los préstamos FHA permiten precisamente este tipo de estrategia—comprar puntos para reducir tu tasa de manera permanente—lo cual los hace aún más atractivos.
Ahora bien, los préstamos FHA requieren un seguro hipotecario, lo cual es un costo mensual adicional. Pero lo que muchos no saben es que si puedes dar un 10% de enganche, ese seguro se elimina automáticamente después de 11 años. Es una manera de empezar con más tranquilidad y luego, con el tiempo, bajar aún más tus pagos.
Para ponerte un ejemplo práctico: supongamos que vas a comprar una casa de $350,000. Si decides pagar algunos puntos al cierre para bajar tu tasa de, digamos, 7.25% a 6.5%, podrías estar ahorrando cientos de dólares cada mes—y decenas de miles durante todo el préstamo. Y si logras que el vendedor cubra ese costo con parte del 6% permitido en un FHA, es una oportunidad que no puedes dejar pasar.
Además, hay programas de asistencia que pueden ayudarte con el enganche o los costos de cierre. Algunos incluso permiten aplicar esos fondos para reducir tu tasa. Pero nada de esto sucede automáticamente—tienes que saber qué pedir y con quién trabajar.
Hoy en día, ser dueño de casa no se trata de suerte. Se trata de estrategia. Se trata de rodearte de personas que conozcan el proceso, que sepan negociar y que te ayuden a aprovechar cada oportunidad posible.