PIE DE FOTO: Entrada al Instituto Tecnológico Metropolitano. Foto Facebook
Hace aproximadamente dos mil quinientos años existió en la Grecia clásica, un poeta trágico llamado Sófocles, autor de importantes tragedias como, Edipo Rey, Antígona, Electra, Edipo en Colono, Áyax, y otras más, obras maravillosas que todos deberíamos leer. Contemporáneo de Esquilo y del maestro Eurípides, Sófocles ha sido el más conocido y leído gracias a su obra Edipo Rey; en tan enigmático texto el drama humano del amor traspasa cualquier frontera, siendo poco usual que un hijo se enamore de su madre y tenga hijos con ella. Cuenta el relato que a la entrada de la ciudad de Tebas estaba la Esfinge, un monstruo con figura femenina, cuerpo de León y unas alas enormes; la ciudad estaba totalmente sitiada por la Esfinge, quien retaba a todo viajero que pretendía entrar a Tebas a descifrar un enigma bajo pena de muerte al no adivinar el acertijo. Luego de haber asesinado a su propio padre, Edipo, pretendiendo entrar a Tebas, se encuentra con la Esfinge, quien lo reta a descifrar el siguiente enigma, ¿cuál es el animal que por la mañana camina en cuatro patas, al medio día en dos y al atardecer en tres?, de inmediato Edipo responde, el hombre porque al nacer gatea, luego se hace adulto caminando erguido y, al volverse anciano usa un bastón. Resuelto el enigma Tebas se libera de aquel monstruo.
De la misma manera que Sófocles pensó el ser humano en todas las etapas de la vida, igualmente hoy la Institución Universitaria ITM estructuró, organizó y puso en marcha el primer Campus Inter-generacional universitario, un campus donde la inclusión en todas sus formas y manifestaciones se convierte en ese factor común que aglutina a toda la comunidad educativa sin discriminación alguna. Todo esto me deja claro que la universidad no es solo para jóvenes que van, reciben unas cátedras y ya, no, la universidad es un espacio donde la familia en sus diferentes formas, gustos y preferencias tiene cabida. Es de recalcar que hoy, en la institución, no solo se benefician los estudiantes, sino también empleados y hasta personas externas. Sea esta la oportunidad para invitar a las instituciones de educación superior de la ciudad y, por qué no, del país a replicar esta maravillosa experiencia en favor de una mejor educación. De mi parte un reconocimiento al ITM por ser vanguardista en proyectos tan loables como este.
La base teórica del Campus Inter-generacional del ITM, es muy clara, no se trata de mezclarlos a todos sin distingo de edad bajo un mismo propósito, no, obviamente hay momentos en que todos estén juntos, como lo es la celebración semestral del family fest (fiesta de la familia). Ahora, existen programas y actividades para cada una de las etapas de la vida, empecemos a explorarlas; ¿cuál es el animal que por la mañana camina en cuatro patas?, los niños del Aula Pedagógica que llegan al ITM gateando desde los seis meses de edad. Y, es que hace más de diez años, un grupo de personas inteligentes, inquietas y preocupadas con los índices de deserción femenina y el aumento de madres solteras en la población estudiantil, decidieron ofrecer una opción que les diera tranquilidad para continuar sus estudios; mientras las madres (estudiantes) asisten a clases, hay personas dedicadas a cuidar sus niños. En el momento preciso nace en el mundo académico una oportunidad donde la vida se conjuga con el saber llamada “Aula Pedagógica ITM”.
¿Cuál es el animal que al medio día camina en dos patas? Pues los jóvenes y adultos que hacen parte de la comunidad ITM, igualmente los adolescentes con diferentes motivaciones e intereses, a todos ellos se les ofrece un sinnúmero de actividades extracurriculares que coadyuven a su formación integral, está la ludoteca como un lugar de encuentro para el aprendizaje, en ella se inculcan valores que permitan transformar esta sociedad. Para el resto de los miembros de la comunidad educativa existen un sinnúmero de talleres, actividades, grupos y lugares que congregan al bienestar institucional, donde todo gira en torno a la búsqueda de la felicidad. Muy buena idea pensar en todos, ese sí es un Campus Inter-generacional. ¿Cuál es el animal que al atardecer camina en tres patas? En el ITM, las personas de mayor edad tienen cabida, me sorprendió saber que, entre los más de veinticuatro mil estudiantes matriculados, hay personas mayores de sesenta años sentados en un aula de clase sin ningún reparo, exclusión o discriminación, para ellos también hay cabida. Algo significativo es que existen, para los más longevos, programas deportivos, talleres recreativos, la oferta de mi Familia en la U y, otros proyectos más.
Quiero concluir diciendo que los antiguos griegos definieron la escuela como el espacio dedicado al ocio, al tiempo libre, al disfrute y la recreación, para ellos la escuela era sinónimo de alegría, hoy la escuela es otra cosa, un lugar tan aburrido donde muchos no quieren ir; cuando digo escuela me refiero a todo el círculo escolar, preescolar hasta postgrado. De mi parte sigo pensando que es el momento para que las universidades cambien su mentalidad, su estructura curricular y sobre todo su manera de ser y estar en la sociedad. Universidad viene de universo, un Campus Inter-generacional donde todos tenemos cabida, donde nadie es más que nadie, y, donde el conocimiento y los saberes no deberían reducirse a simples teorías, letras, números y logaritmos.
Coda: el 8 de diciembre de 1944, nace el ITM bajo la brillante idea de dos ignorados concejales, Luis Mesa Villa y Diego Tobón Arbeláez; ojalá algún día los recuerden como debería hacerse y les den un lugar en la historia institucional, esto porque ochenta (80) años después esa idea sigue dando frutos. Ojo, fueron ellos, no otros.