Cuidar de un adulto mayor es una tarea que requiere de amor y paciencia. En esa etapa de la vida nuestros ancestros se convierten en seres más frágiles y sensibles quienes carecen de fuerza y destreza según su edad o padecimiento, por lo que nuestra ayuda y atención es de vital importancia. Pero no solo los familiares y amigos son los únicos involucrados, ya que el gobierno y algunas organizaciones comunitarias ofrecen una mano solidaria a quienes más lo necesitan.
Existen distintos programas y servicios que citaremos en este artículo con el propósito de que las personas conozcan las herramientas que están a su disposición para ofrecerle soporte y sosiego en momentos difíciles. El responsable del desarrollo de servicios y programas comunitarios que fomentan la independencia y preservan la dignidad de adultos mayores y adultos con discapacidades es la División de Asuntos para la Vejez (DEA), organismo que también ha sido designado como la única agencia local del estado para la planificación y el servicio en asuntos de la vejez conforme a las disposiciones de la Older Americans Act (Ley de Protección de Estadounidenses de Edad Avanzada).
El Programa Nacional de Apoyo para Familiares Cuidadores (NFCSP, National Family Caregiver Support Program) es uno de esos proyectos que trabaja en colaboración con agencias comunitarias a fin de desarrollar y proporcionar servicios básicos para brindar apoyo a los familiares que cuidan de adultos mayores.
Las enfermedades crónicas como la diabetes, los problemas del corazón, las afecciones respiratorias, la artritis o los problemas de salud emocional a largo plazo tienen un impacto negativo en la calidad de vida de los adultos mayores y con discapacidades. Estas organizaciones ayudan a que las personas afectadas reciban la educación y la asistencia pertinente para manejar su enfermedad y cambiar su estilo de vida.
El Cuidado de Relevo y el Programa CareBreakses brindan atención planificada o de emergencia y alivio temporario a los familiares cuidadores de personas de 60 años en adelante. También cuentan con la asistencia de una enfermera a domicilio. Mientras que los envejecientes que necesiten asistencia médica especializada, como el cuidado de los ojos, los oídos, terapias del habla, rehabilitación, asistencia dental, y todos los servicios mencionados anteriormente, pueden llamar al 462-3000 para obtener la orientación acorde a su caso.
La Comunidad
Por otro lado, Progreso Latino tiene una planificación bilingüe/bicultural para personas mayores ofreciéndoles una amplia gama de servicios, actividades, apoyo e información para garantizar mejores resultados de salud y opciones para el cuidado a largo plazo. La agenda incluye artes, pintura, tejido de punto, clases de ejercicios, aeróbicos, Zumba además de nutrición y alimentación. Los interesados pueden contactar a Dominga Taveras al (401) 728-5920 Ext.130 o escribir a la dirección de correo electrónico dtaveras@progresolatino.org
El Elmwood Adult Day Health Care Center es otra opción para los envejecientes. Es un lugar cálido y acogedor donde cada persona es importante y valorada por lo que es. El centro presta servicios a personas de edad avanzada y adultos con discapacidades. Los participantes representan gran variedad de antecedentes culturales, la mayoría hablan español y el personal es bilingüe- Inglés y Español. Los servicios son gratis ya que Medicaid cubre los gastos.
“Nuestro propósito es ayudar a las personas a mantener un óptimo estado de salud e independencia que les permita permanecer en su casa y no en hogares para ancianos mientras disfrutan de la vida al máximo. Nuestra rutina diaria con sus diversas actividades brinda apoyo a los participantes integrando su mente, cuerpo, corazón y espíritu”, especifican.
La facilidad para transportarse es otro beneficio del que gozan las personas en edad avanzada a través del programa especial de pases de autobús con tarifa reducida de RIPTA, que permite a las personas mayores de bajos ingresos (65 años o más) que califiquen y a las personas con discapacidades de bajos ingresos viajar gratis durante dos años. Los participantes reciben una tarjeta de identificación con foto que utilizan para abordar el autobús.