Perdonar implica aceptar el pasado y seguir adelante, uno de los primeros pasos hacia la paz es perdonar nuestros errores, el perdón comienza por nosotros mismos.
El perdón es un regalo para ti mismo, es un acto de empatía y compasión.
Entonces, ¿En qué consiste perdonar?
Perdonar consiste en caminar hacia el bienestar mental, físico, emocional y espiritual.
Perdonar es sanar.
Perdonar es una decisión, es un estado de nuestra mente, es una experiencia personal y requiere de un proceso, es un cambio de percepción, es responsabilizarnos de la interpretación que la damos a lo que nos sucede y rodea.
La vida constantemente nos está invitando a crecer, en algunas ocasiones a través de experiencias de dolor, el dolor no es solamente grande para la persona a la que has causado un daño, sino que también el dolor es grande para la persona que lo ha causado, en la mayoría de los casos terminamos culpando y responsabilizando a otras personas por nuestro propios sentimientos.
Tal vez has dicho o escuchado frases como:
*Por tu culpa yo…
*Es que tú me hiciste…
Éstas son ideas distorsionadas acerca del perdón que te deja en la posición de víctima, recuerda que solo tus propios pensamientos pueden lastimarte, eres tu quien decide y elige que pensar,
Sufres por la interpretación que haces de las situaciones.
Eres tu quien le da significado a lo que sucede, si quieres cambiar algo en el exterior debes comenzar por tu interior. El perdón es una experiencia personal y comienza contigo mismo.
La invitación es a hacerte 100% responsable de tus pensamientos y sentimientos.
El perdón te hace libre de todo sentimiento de culpa.
Facundo Cabral; cantautor, poeta, escritor y filósofo argentino decía:
“Perdona a todos y perdónate a ti mismo, no hay liberación más grande que el perdón, no hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza, y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la Culpa, el resentimiento y la crítica (agotadora y vana tarea), que te hace juez y cómplice de lo que te disgusta”.
¡Poderoso! ¿Verdad? Una gran invitación a ser más conscientes de lo que sentimos y a transformarlo, hoy mismo puedes comenzar a liberarte de cualquier recuerdo o situación que te aleje de tu paz interior.
En la vida cristiana se ha puesto en valor la idea del perdón, que comienza primero con el perdón de Dios hacia nosotros por las ofensas que le hemos causado. Para eso viene la Encarnación y para eso Jesucristo se hace hombre: para perdonarnos y abrirnos el camino del perdón.
De las herramientas más poderosas del cristianismo es la petición del perdón. Es verdad que, en el origen, es una cuestión de nuestra relación con Dios: nosotros le pedimos perdón a Dios de las cosas malas que hacemos…
El perdón comienza por aceptar, reconocer y expresar las emociones inefectivas, esto te ayudará a liberar el dolor para darle cabida a nuevos pensamientos y emociones que te generen bienestar.
La falta de perdón produce el resentimiento. Éste es un dolor moral que se produce por consecuencia de una ofensa y la persona que lo sufre no logra superarlo de manera que lo vuelve a sentir una y otra vez y queda esclavo de su pasado, estas personas consideran que la vida es injusta con ellas, el resentimiento conlleva a la amargura e inclusive puede ocasionar problemas de salud.
Conozcamos cómo cambia el cerebro cuando perdonamos, el perdón tiene un efecto positivo en el cerebro. Reduce los estados de estrés provocados por el rencor y la ira para dar forma a una mente más relajada y capaz de afrontar las dificultades que aparezcan.
Con la apertura de nuestra mente para aprender de cada experiencia y al conocernos más, aceptamos nuestra responsabilidad dentro de nuestro proceso de aprendizaje para tener un buen liderazgo personal. Pasamos de ser víctimas a ser responsables, entendiendo que cada experiencia trae una enseñanza, enfócate en lo que puedes aprender.
Toma la decisión de perdonarte y perdonar a otros. El perdón es un regalo, perdonar es un acto de amor y requiere de voluntad.
En la Biblia, el pecado se asemeja a una deuda y el perdón a la cancelación de ésta.
“Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo el que los ofenda. Recuerden que el Señor los perdonó a ustedes, así que ustedes deben perdonar a otros”.
Todos los seres humanos cometemos errores porque somos imperfectos, por eso es prudente perdonar a otros, es un beneficio, es un regalo maravilloso…
¡Perdonar es creer en la capacidad de transformación, empezando por la propia, es un proceso que lleva a la paz interior, al agradecimiento, a la grandeza de tu ser!
¿Quieres disfrutar del maravilloso regalo del perdón?
¡Atrévete a vivir la experiencia; Sana, libera y transforma!
“Sana tu mente, sana tu vida”