Bienvenidos a la columna de información en la construcción y diseño. En las 3 ediciones pasadas que pueden leer aquí en americanewsne.com hablamos de el impacto psicológico del espacio arquitectónico, luego del color, después de las propiedades sensoriales y generales de los materiales. Para concluir esta serie de artículos haremos un resumen de los aspectos más importantes de esta serie. Seguidamente, empezaremos a explorar el concepto de edificación saludable.
Así que recordemos: ya aprendimos que la psicología del espacio arquitectónico y del medio ambiente se a definido como el estudio del comportamiento humano y su bienestar en relación a su ambiente socio físico según Stokols y Altman o como el estudio de las relaciones entre el comportamiento de lo construido y el ambiente natural según Bell, Fisher y es aplicable a todo tipo de espacio habitable, residencial, comercial, institucional, industrial o urbano.
La relación de el diseño arquitectónico y la psicología es significativa, compleja y casi abstracta, a primera vista pasa desapercibida e ignorada, sin embargo su relación no es solo con-secuencial es bi-direccional. Por una parte un buen diseño tiene un impacto positivo psicológico y fisiológico en el ser humano y por otra parte la psicología, la experiencia humana y su función en nuestro sistema neurológico desempeña una función clave en lo que percibimos como buen diseño.
El sistema nervioso central humano se divide en cerebro y médula espinal, donde el cerebro a su vez se divide en varias partes y sistemas, como lo son el prosencéfalo o cerebro grande y este se divide en lóbulo temporal, parietal y occipital y recibe información de los lóbulos periféricos.
Otra parte del cerebro es el cerebelo o rombencéfalo mas pequeño que controla la postura y el equilibrio y la coordinación. Y un tronco encefálico formado por el mesencéfalo la protuberancia y la médula.
El prosencéfalo humano es el centro ejecutivo la planificación y la emoción y en el tronco encefálico son ubicadas nuestras capacidades de supervivencia y placer. También nos sirve para conectar y retransmitir información hacia y desde el cerebro, donde con la información del sistema sensorial del sistema nervioso periférico distribuye y clasifica en otras partes del cerebro y clasifica como placentero o desagradable.
Así asociamos un sentido de placer con objetos, lugares y dictan nuestras preferencias al asociar el refugio con el placer pero de una manera subjetiva. El tronco cefálico conecta el cerebro y la médula espinal que son responsables de las funciones respiratorias, frecuencia cardiaca, reflejos, etc.
Nuestro sistema nervioso periférico cerebral interpreta o lee , que el espacio arquitectónico es hermoso y así es cuando sus atributos espaciales de harmonía, forma y función coordinan.
Además de hermoso es una expresión artística, personal e individual que está reflejada en la influencia del ambiente que esté, pues el alma humana está impactada por el medio ambiente en que se encuentre y los comportamientos de cada individuo crean el marco de desempeño de el proyecto arquitectónico o el espacio como tal y este a su vez se transforma en creencias sociales, traducidas en el espacio en los simbolismos que el arquitecto o individuo plasma.
Las relaciones del ser humano entre la emoción y la conciencia son complejas y así pasamos periodos de tiempo sin darnos cuenta de nuestros estados afectivos como son los estados emocionales. En otras palabras la relación entre el diseño del espacio arquitectónico y la psicología de las personas es complicada, sutil y se impactan mutuamente, el sentimiento abstracto se transforma en un objeto especifico y este a su vez en una forma arquitectónica que cumple con la estética artística, la emoción de las personas y la satisfacción del cliente final. Diferentes tipos de arquitectura producen sensaciones y sentimientos diferentes.
En nuestros espacios inmediatos, nuestros lugares de empleo, podemos hacer cambios positivos para transformarlos en lugares de sensaciones y emociones armónicas usando los principios de diseño como la escala, la proporción, balance, simetría, ritmo y con elementos arquitectónicos como el manejo de la luz, de la penumbra, el sonido, el color, el contraste de el espacio, de las texturas y en general el uso de las formas. Así podremos combatir el estrés la depresión, la ansiedad que el espacio actual donde habita le está afectando, emocional, mental y en algunos casos hasta físicamente, puesto que como ya habíamos aprendido la acumulación visual de objetos sin objetivo de uso o de sentido actual produce impactos negativos en nuestra salud mental, física y hasta psicológica. Una vez usted depure el espacio, re-usa, re-acomode, pinte o si desea re-decorar, podrá usted observar como se aumenta su sentido de paz y seguridad, recobrará poco a poco su alegría, su estado psicológico, mental de claridad y armonía.
La arquitectura debe garantizar el desarrollo de las actividades humanas en entornos seguros, confortables y protegidos optimizando los requisitos, químicos, biológicos, físicos, emocionales y psicológicos del ser humano. Puesto que nuestra salud es la directa relación de nuestro estilo de vida.
Ahora si a esto le sumamos que los objetos que incorporamos a nuestras viviendas están hechos con químicos y que a su vez estos influyen en el sitio donde vivimos, y en sus características de salubridad, aislamiento y espacial. Hay que tener cuidado como y con que diseñamos y construimos nuestro hogar.
Hoy en día en el mercado contamos con cantidad de productos de construcción que nos ayudan a mejorar las eficiencias energéticas, pero a su vez pueden crear deficiencias en la calidad del ambiente interior, pues acaban arrojando en el aire micro-partículas que inhalamos y que están compuestas de elementos nocivos para nuestra salud, nuestro sistema nervioso central, sus partes y el cerebro en general; puesto que al vivir en espacios herméticos, se va deteriorando la oxigenación de nuestros espacios de descanso y somos más propensos a la exposición de humo, polvo y químicos que dañen nuestra salud.
El minimizar las emisiones de estos químicos y polvo en el ambiente que conllevan a afectar la salud de los que habitan en el deben ser el objetivo principal en cualquier intento de remodelación o creación de un espacio habitable sano, pues de otra manera terminaríamos Produciendo el síndrome del edificio enfermo SEE lipoatrofia semicircular y otras enfermedades asociadas al diseño y construcción de los edificios al convertirse en edificios fuente de toxicidad y disconfort.
En la siguiente edición ahondaremos en este tema y descubriremos sistemas constructivos y materiales que nos ayuden para hacer una edificación sana, como también identificar tóxicos y elementos químicos de los materiales de construcción con los que a diario convivimos.
Por todo lo aprendido podemos observar que el papel de un Arquitecto Diseñador es complejo, de alta responsabilidad, conocimiento y que la construcción de los espacios implican un impacto a todo nivel en nuestra salud y la de nuestras familias.
Piense y analice su proyecto lo que desea lograr, el tiempo para realizarlo y su presupuesto, con todo gusto si desea mi colaboración, llámeme al 401-286-9447 le atenderé y juntos podremos ayudarle a recobrar el balance de su espacio y a gozar de la armonía en su hogar o negocio. Para recuperar y transformar su espacio o si usted desea aumentar su espacio físico con una ampliación, remodelación, decorar, organizar, depurar y limpiar profesionalmente haciendo un estudio de funcionalidad del espacio, llámeme y con gusto le ayudaré.
Espero les haya servido los consejos e ideas y haya podido contribuir a su bienestar, el de su familia o personal de empresa o clientela llevándoles, confort, funcionalidad, armonía y positivismo a sus vidas.
Para asesorías de proyectos, diseño y construcción, Harmony Design & Construction LLC esta a su disposición y no se pierdan la siguiente edición de America News.
Muchas gracias.