El Centro de Desarrollo para la Fuerza Laboral de Rhode Island College (Workforce Hub) abrió en Central Falls en enero del 2020 a modo que el departamento de Estudios Profesionales y Educación Continua (PSCE por sus siglas en inglés) sirviera a la Región de Blackstone Valley. Este centro continuó y amplió el trabajo del Programa de Extensión del departamento de PSCE desde su sede en el campus principal.
Para entonces, Cristina Vallejo, una inmigrante colombiana, ya llevaba más de seis años como asistente administrativa de los programas de desarrollo laboral y educación continua, en cuyo trabajo ha podido servir como traductora de español para los estudiantes de los diferentes programas. Ella desde el principio, ha sido el puente entre los instructores, los estudiantes, la institución y los programas, desarrollando una conexión – o, como ella misma lo llama “una amistad” – con los participantes.
Vallejo explica que ve las necesidades de la gente, especialmente de los inmigrantes que a menudo se sienten muy solos o desconectados en este país, y cree que instituciones como el Workforce Hub pueden ayudarlos a navegar por el sistema laboral y de esta manera optimizar el acceso a mejores oportunidades.
Desde la inauguración del centro, Vallejo ha estado ayudando a Jennifer Giroux, vicepresidenta asociada de PSCE, a organizar y reclutar personas para el programa Trabajadoras de Salud Comunitaria (Community Health Workers) y los cursos de inglés en Central Falls, confiando en su lista de contactos para difundir las oportunidades que ofrecen ahí y que benefician a una comunidad que ella conoce tan bien. “Desde su inauguración, se han capacitado a 18 personas de las cuales ya hay varias que están trabajando como community Health workers, lo cual es muy satisfactorio para mí”, explica.
Vallejo señala que incluso entre aquellos que no ven el programa hasta el final, muchos aun así logran encontrar un trabajo mejor, lo que también les ayuda a cambiar su estatus socioeconómico.
Ella recuerda el caso de Ester Eunice Juárez, una inmigrante guatemalteca que llegó a Rhode Island en diciembre de 2017 y decidió quedarse porque algunos de sus familiares viven en este estado y además vio que aquí existen muchas oportunidades para crecer académicamente.
En su país, Juárez tenía un título universitario en administración de empresas y años de experiencia como asistente administrativa en una oficina gubernamental. “En 2017 yo ya tenía 43 años y venía con la idea de estudiar, cuando llegué acá gracias a Dios el dueño del apartamento que venía a rentar es el jefe de mantenimiento de uno de los edificios de RIC. Él fue quien me explicó de los cursos de Medical Assistant”.
Después de hacer una equivalencia del idioma, se matriculó en RIC en septiembre de 2018, “ahí conocí a Cristina, quien además de ser una excelente persona, ayuda mucho a todos los participantes de los cursos”.
Vallejo señala que siempre han sido muy necesarios los auxiliares médicos y ahora, aún más con la pandemia. Además, que los cursos generalmente están hechos para personas cuyo primer idioma no es el inglés, y en su mayoría los participantes son hispanos.
Ella explica que cuando un nuevo programa está por comenzar, envía información a otras instituciones, como Progreso latino, a conocidos y amigos del distrito escolar, y personas con las que ha tenido una relación cercana a lo largo de los años, con el fin de extender la información a las personas que puedan estar interesadas. Es tan grande la acogida, que en ocasiones una gran cantidad de solicitudes llegan a su escritorio antes de que comience a contratar personal, gracias al trabajo de boca en boca que hace la comunidad.
“Los programas van dirigidos para personas que se gradúan del colegio y no pueden o no tienen acceso a una carrera universitaria, lo cual les permite ingresar de alguna manera a una vida académica y seguir más adelante una carrera, si eso quieren, pues aquí logran tener las bases para encontrar un trabajo que les permita pagar estudios más avanzados”, dice Vallejo.
Ella también señala que los programas son bastante económicos o subsidiados por el Departamento de Trabajo y Capacitación de Rhode Island, el Departamento de Educación de Rhode Island y la corporación Lifespan.
“La comunidad se beneficia increíblemente, muchas personas no tienen carro o la posibilidad de ir hasta Providence, las mamás dejan a los niños en la escuela y se vienen a clase de 9 a.m. a 12 p.m., lo cual es perfecto para ellas, y la gente que trabaja tienen la oportunidad de venirse a clase de 6 o 6:30 p.m.”, explica Vallejo.
Juárez resalta que después de su experiencia en RIC, se siente agradecida por las oportunidades brindadas y por su propio coraje para realizar otros cursos en el proceso, como el de intérprete médica en Clínica Esperanza; que, como reconocimiento a su grandiosa labor de voluntariado, la recomendó para un trabajo en Family Service of Rhode Island, donde actualmente labora como trabajadora de salud comunitaria bilingüe para el programa “First Connection”, y el pasado mes de junio, tras seis meses allí, ganó el Bright Star Award por su labor y compromiso.
“Me siento muy agradecida y orgullosa porque creo que el camino no fue fácil antes de venir aquí, pero no estaba sola y tenía alguien quien me apoyaba, aunque no fue fácil estudiar de día y de noche y trabajar fines de semana, me adapté al sistema y hoy por hoy me siento feliz”. Y agrega, “al final todo tiene su recompensa”.
Mientras estuvo en RIC, ganó el premio Compassion Award por su promoción en el programa de asistente médico y se le otorgó la oportunidad de dar el discurso el día de la graduación.
En cuanto a Cristina Vallejo, manifiesta que es gratificante ver a personas como Juárez que vienen a este país para superarse, no solo para su propio beneficio, sino que para el de sus familias y su comunidad.
“Cristina es un miembro invaluable del personal del departamento de Estudios Profesionales y Educación Continua y la columna vertebral de nuestra programación de educación para adultos. Ella es una defensora incansable y una fuente de apoyo para nuestros estudiantes, personal y comunidad.” Expresa Giroux, “la dedicación a su trabajo tiene un impacto positivo en todos aquellos que tienen la suerte de entrar en contacto con ella. Mi admiración y gratitud hacia ella es inconmensurable”.
Acerca de Rhode Island College
Establecido en 1854, Rhode Island College presta servicio
aproximadamente a 8,500 estudiantes de pregrado y postgrado en sus cinco Facultades:
la Facultad de Arte y Ciencia, la Facultad Feinstein de Educación y Desarrollo Humano, la Facultad de Negocios,
La Facultad de Enfermería y la Facultad de Trabajo Social.
Para más información, visite www.ric.edu.