Por: Gita Brown
Traducción: Jhon J. Cardona
Alex Ortiz, de 36 años, es un veterano del ejército que estuvo prestando servicio, como mecánico de vehículos, tanto en Irak como en Afganistán durante siete años (2006-2013), lo que incluía misiones relacionadas con el combate.
Ortiz es un dedicado esposo y padre, quien se retiró con múltiples lesiones de la médula espinal y dos lesiones cerebrales traumáticas, lo cual lo hacen vivir con un dolor constante. Aun así, ha rechazado la cirugía para una fusión espinal porque eso significaría perder el 70 por ciento de la movilidad en su columna vertebral.
Él, al igual que muchos veteranos, vive en una especie de realidad paralela con los civiles, pues después de enfrentar el terror y la violencia de la guerra, deben esforzarse por volver a la vida civil. Una transición, que para Ortiz ha sido brutal.
“Dejar un entorno militar altamente estructurado también es desorientador”
Junto a las heridas físicas del combate, están las heridas emocionales: especialmente el infame trastorno de estrés postraumático (TEPT).
“Hay un dicho en el ejército: ‘Date prisa y traga tu comida. Puedes sentirle el sabor más tarde’. Eso se aplica a todo lo que haces. ‘Date prisa y recoge los cuerpos. Puedes procesarlo más tarde’. Pero nunca se llega a procesar más tarde”, dice Ortiz.
“Durante años estás acostumbrado a hacer lo que te dicen que hagas o cuándo hacerlo, porque cada acción que tomas podría costarle la vida a ti o a otra persona”, explica Ortiz. “Obtienes un pago estable, comida y vivienda. Ahí, no tienes que despertarte todas las mañanas y preocuparte de qué ponerte, porque todos los días estás en uniforme. Entonces, dejas el ejército y toda esa estructura se ha ido”.
Esas emociones encontradas hacen que Ortiz añore regresar al ejército, si esa fuera una posibilidad; pues dice que lo que más extraña es la hermandad que existe con los demás compañeros que se encuentran ahí.
En una charla TED titulada “Por qué los veteranos extrañan la guerra”, el ex reportero de combate Sebastian Junger, quien pasó un año con un pelotón en Afganistán, explica que la hermandad es diferente a la amistad; pues esta no tiene nada que ver con cómo alguien se siente respecto a la otra persona. La hermandad es un acuerdo mutuo dentro del grupo, de que cada individuo pondrá el bienestar y la seguridad de todos, por encima de la propia.
“No importa de qué raza o etnia fueras”, dice Ortiz, “sabía que cuando las cosas se ponían feas iban a cuidar mi espalda y yo iba a cuidar la suya. Ese tipo de hermandad no existe en la vida civil”.
Junger cuenta que, en la vida civil, muchos veteranos tienen sentimientos de alienación. “Veintidós veteranos se suicidan todos los días; la mayoría veteranos de Vietnam. Tal vez la causa del TEPT no es lo que sucedió en la guerra, sino la sociedad a la que regresas. Tal vez en lugar de nombrarlo TEPT, lo llamamos trastorno de alienación posterior al despliegue”.
Ortiz expresa que “El Departamento de Defensa también hace un mal trabajo al preparar a los veteranos para la transición fuera del ejército”. Mientras se disponía para retirarse en el 2013, Ortiz cuenta que fue uno de los tres únicos soldados inscritos en el Programa de Asistencia de Transición del Ejército (TAP por sus siglas en inglés), un programa, durante una semana, de seminarios y talleres que explican los beneficios a los que tienen derecho los soldados después de que dejan el servicio activo.
Programa del cual se enteró buscando en internet, de lo contrario, como muchos otros soldados, se habría ido sin saber sobre los beneficios a los que tienen derecho. “Además, un programa de una semana no es tiempo suficiente para captar toda la información. Es agobiante”, dice.
Mirando hacia el futuro
Usando su beneficio de Rehabilitación Vocacional y Empleo, que brinda servicios a miembros elegibles y veteranos con discapacidades relacionadas con el servicio; Ortiz se inscribió en el programa de contaduría de RIC este otoño, del cual piensa graduarse en la primavera del 2022, además, tiene la intención de ir a la escuela de derecho para obtener un título de Juris Doctor y una Maestría en Derecho de impuestos.
Él, también, forma parte de las comisiones de finanzas y electorado de Student Community Government, Inc. y es presidente de la Organización de estudiantes veteranos (SVO), cuyo propósito es proporcionar una red de apoyo para los veteranos militares, sus familias y los partidarios civiles en la institución.
SVO igualmente educa a la comunidad universitaria sobre las experiencias de los veteranos y trabaja con la administración de la universidad para satisfacer las necesidades de participantes potenciales o ya inscritos.
“La mayoría de la población, especialmente en los campus universitarios, transita sin darse cuenta de aquello que los veteranos han experimentado y lo que significa la transición de regreso del despliegue”, dice Micaela Black, coordinadora de Asuntos Veteranos — Vetsuccess — en RIC.
Haga clic aquí para obtener más información sobre las dificultades comunes que enfrentan los veteranos en la transición de la vida militar a la civil.