POR: GITA BROWN
Traducción por Jhon Cardona
“Todos merecen la oportunidad de tener seguridad financiera”.
Marcy Reyes
Marcy Reyes, catedrática de finanzas en Rhode Island College, es la fundadora y directora ejecutiva de la iniciativa “Educación financiera para jóvenes” (Financial Literacy Youth – FLY), pionera en brindar programas de educación financiera muy necesarios para jóvenes desfavorecidos y sub-representados en Rhode Island.
“Nos enfocamos en estos jóvenes porque no hay cursos sólidos de educación financiera en las escuelas céntricas de la ciudad, y este es el grupo demográfico que más podría beneficiarse”, expresa Reyes.
Las clases de educación financiera enseñan los conceptos básicos de administración del dinero, lo que sienta las bases para desarrollar buenos hábitos financieros en el futuro y ayuda a sacar a las familias del ciclo de pobreza.
“Crecí en Providence”, cuenta Reyes, “asistí a la escuela primaria Nathaniel Greene y a la escuela secundaria Central (donde se llevó a cabo el primer curso FLY en 2018). Estos son niños que se parecen a mí, que están creciendo en las mismas circunstancias en las que yo crecí. Son de familias de bajos ingresos, cuyos padres a menudo tienen más de un trabajo, e incluso ellos mismos trabajan medio tiempo para ayudar a sus familias”.
Para ella este proyecto se convirtió en una cuestión de justicia social y también una propuesta al problema de equidad; pues se cuestiona el por qué no todos tienen acceso al mismo nivel de educación y a los mismos recursos.
Por su parte, el proyecto está conformado por tres educadores, quienes cuentan con el más alto nivel de acreditación en educación financiera y que además de ser bilingües, están capacitados para ser culturalmente receptivos. Ellos asisten a los grados 11 y 12 de las escuelas secundarias para enseñar un curso de 10 módulos; el cual se brinda como clase optativa o en ocasiones es integrado en un curso de negocios ya existente. FLY también trabaja con agencias comunitarias como YMCA, Boys & Girls Club y programas extra-curriculares.
Para mantener el curso relevante para los adolescentes, Reyes y su equipo de instructores comienzan pidiendo a los estudiantes que enumeren sus tres objetivos financieros principales. Los más comunes son: conseguir su propio apartamento, dar la cuota inicial para un automóvil y pagar la universidad sin muchas deudas.
“Una vez que han establecido una meta, los ayudamos a construir un plan financiero en torno a ella”, señala Reyes. “Las metas sin un plan son solo sueños.”
En el curso se les explica a los adolescentes que un plan financiero es como las coordenadas del GPS. Pues para emprender el viaje, primero se debe saber dónde se está y adónde se quiere ir. Todas las demás coordenadas, como girar a la izquierda en este semáforo o girar a la derecha en esa intersección, son su plan financiero, el cual les ayuda a alcanzar su meta.
Reyes explica que estas “coordenadas GPS” son herramientas y recursos, tales como, comprender la banca, realizar comparaciones financieras para saber qué banco les ahorrará más dinero y comprender la estructura de un cheque y lo que significa cada elemento en el mismo, los cuales les permitirán alcanzar su objetivo.
“Comprender cómo funcionan estas herramientas y recursos es tan importante como saber cómo vas a alcanzar tu meta financiera”, dice Reyes. “Si estás tomando decisiones que no respaldan tu objetivo financiero, ya sea que estés realizando operaciones bancarias en un banco que cobra tarifas mensuales, lo que le quita dinero a tu objetivo, o si no presentas tus impuestos y no obtienes un reembolso; estás afectando la meta que te has fijado”.
Al finalizar el curso, los estudiantes de FLY se ven practicando las habilidades que aprendieron en el salón de clases en el mundo real. “Tenemos estudiantes que nos dicen: ‘Fui al banco con mi papá el otro día para abrir una cuenta corriente. Él me habló sobre los cargos por sobregiro, pero yo ya sabía todo sobre ello y hasta pude explicarle cosas que él desconocía’”.
Los estudiantes de FLY son equipados con la suficiente confianza para tomar decisiones financieras y también ayudar a sus familias a tomar mejores medidas respecto al dinero. En última instancia, el objetivo de FLY es romper el ciclo de pobreza y ayudar a formar familias, vecindarios y comunidades más fuertes.
Y como revalidación a este proyecto, en junio de 2021, los legisladores estatales reconocieron la importancia de la educación financiera para todos los estudiantes de Rhode Island y anunciaron como ley el requisito para que todas las escuelas secundarias ofrezcan un curso de finanzas y que los estudiantes de último año lo tomen antes de graduarse.
“FLY estará allí para ayudar a las escuelas de Rhode Island a hacer esa transición”, manifiesta Reyes. “Tenemos educadores acreditados, bilingües y culturalmente receptivos, además, un plan de estudio que se alinea con los estándares estatales y nacionales”.
Por ahora, Reyes, quien recibió su Titulación de finanzas en RIC en 2012 y su Maestría en finanzas en Northeastern University en 2014, ya está preparándose para expandir el alcance de FLY.