Por: Gita Brown
Traducción: Jhon J Cardona
En el estado de Rhode Island, el mayor número de personas originarias de Guatemala viven y asisten a la escuela en Providence y Central Falls.
Por eso no es de extrañar que Erin Papa, profesora de educación de idiomas del mundo de Rhode Island College, haya seleccionado a varios educadores de estas dos ciudades para participar en cuatro semanas de desarrollo profesional en Guatemala.
“El objetivo, era sumergirlos en el idioma, la cultura, la historia y el sistema educativo, pues es importante saber de dónde vienen nuestros estudiantes para poder apoyarlos mejor en nuestras escuelas”.
Docente Erin Papa (Extrema Izquierda)
Financiados por la subvención Fulbright-Hays, Papa se aventuró con 14 educadores a Centroamérica desde el 30 de junio al 29 de julio. Entre los participantes se encontraban tres estudiantes en formación y cinco egresados [en servicio] de RIC.
Inicialmente, el grupo tomó un curso de dos semanas de español, seguido de una semana del idioma Quiché.
Incluso para Roberto Vargas Tapia, egresado de RIC(con pregrado en 2020 y Maestría en Educación en 2022) cuyos padres son de Oaxaca, México, y quien habla español como primer idioma, este curso resultó ser una experiencia de gran aprendizaje.
“Doy clases a estudiantes de tercer grado de MLL [aprendices multilingües y de inglés] en Central Falls, y el 80 por ciento son de Guatemala”
Roberto Vargas Tapia (Al Frente)
Durante la estadía en Guatemala, tanto él como el resto de educadores visitaron escuelas locales, observaron clases y tuvieron la oportunidad de impartir sus conocimientos.
En la cuarta semana, el grupo viajó a la región de Quiché, donde las escuelas son bilingües, pues ahí se habla tanto Quiché (idioma nativo) como español.
Larissa Guido Swenson, una estudiante de posgrado que está obteniendo su maestría en educación de idiomas del mundo y certificación de prekínder hasta grado 12 (Pre K-12) para enseñar portugués y español, dice que regresó del viaje con una comprensión más profunda de los estudiantes multilingües.
“Ahora puedo distinguir entre las necesidades de los hablantes nativos, hablantes de herencia y estudiantes de una segunda lengua en mi clase de idiomas extranjeros. También aprendí que reforzar la autoestima en el aula aumenta la motivación y el aprendizaje.
Larissa Guido Swenson (Extrema Izquierda)
Es importante reconocer y validar los discursos lingüísticos que los estudiantes traen al aula y encontrar formas de utilizar su dominio como puente hacia la adquisición de un idioma”.
Por su parte, la profesora Papa explica que a medida que cambia la demografía de los estudiantes en las escuelas, es importante que los educadores tengan oportunidades como esta para adquirir habilidades lingüísticas e interculturales a través de experiencias de primera mano, a nivel local o extranjero, que le ayuden a reflexionar críticamente sobre sí mismos en una comunidad de aprendizaje solidario.