Anualmente se producen en el mundo 300 millones de toneladas de plástico, de las cuales más de 8 millones de toneladas van a dar al mar. Esto, sumado a la existente problemática de movilidad y el deterioro ambiental, nos lleva a pensar en una alternativa sostenible. Así nace RE•CICLAS, marcos de bicicletas hechos con plástico reciclado que proponen una solución ambiental mediante la correcta re-utilización del PET. Mientras se incentiva el uso de la bicicleta como transporte ideal, nuestras RE•CICLAS tienen altos estándares de calidad y benefician al medio ambiente: NO utilizan soldadura, NO necesitan pintura, NO se oxidan, resisten hasta 150 kg de peso, son ultra-ivianas, biodegradables y tienen garantía de por vida.
Hoy le apostamos a movilizarnos por un mundo más limpio, con la misión de crear conciencia ciudadana y conectar a las personas con nuestro ideal de un futuro sostenible y una vida saludable. Así REDUCES, RESPIRAS, RE-INVENTAS, RE•CICLAS.
En América Latina, existe una bicicleta que te permite reciclar mientras ruedas. Se trata de las Muzzicycles, elaboradas a partir de residuos plásticos reciclados como botellas PET, autopartes y electrodomésticos .
Estas bicicletas ecológicas fueron creadas en el año 2012 por el artista plástico uruguayo Juan Muzzi, quien vive hace más de 35 años en Brasil. A través de un molde que funciona por sistema de inyección, se ingenió la forma de transformar millones de kilos de plástico en marcos de bicicletas.
En el mismo año de su invención, las bicicletas fueron llevadas a Colombia como una solución ambiental que apunta a la movilidad sostenible y a la reincorporación del plástico, que antes terminaba en botaderos, a la cadena productiva. En este país fueron llamadas “Re-ciclas” por Juan Carlos Seguro, colombiano que se encarga de su distribución en el país.
“Nosotros trabajamos con logística de transporte llevando hilo a muchas empresas textiles en Colombia, entonces me di cuenta de que en muchas empresas todo el plástico que generaban se iba para la basura”. Al ver la problemática, Seguro les pidió que acumularan el plástico y se lo entregaran, ya que tenía un proyecto para darle una disposición final adecuada a ese material.
“Cuando ya tenía una bodega llena de plástico me pregunté qué iba a hacer con todo ese material”, recuerda Juan Carlos. En 2012 se puso a la tarea de investigar y descubrió la creación de Juan Muzzi en Río de Janeiro para replicarla en Medellín, Colombia.
Hoy su empresa “Eco Muévete Seguro” lleva 5 años en funcionamiento, presentando una solución creativa y de movilidad a través de las Re-Ciclas.
Una bici con muchas ventajas
Según Seguro, estas bicicletas fueron diseñadas siguiendo los principios del Protocolo de Kioto, tratado internacional que busca reducir la emisión de gases y la preservación del medio ambiente.
En ellas casi todo está hecho de plástico reciclado: el marco, los rines, el guardabarros, los pedales, e incluso el sillín. Aunque esto puede ser poco convencional, cada una se sus partes están diseñadas con base en la estructura ósea del cuerpo humano para brindarle comodidad.
Son muchas las ventajas que ofrecen: no necesitan pintura ni soldadura, no se oxidan, no se utilizan minerales de hierro en su elaboración. También tienen grandes beneficios para el planeta, pues según el Banco Mundial en su informe What a Waste (2012), el plástico equivale al 10% de la composición de los residuos sólidos en el mundo. Con esta innovación se evita que millones de toneladas de plástico terminen en el mar o dispuestos en botaderos de basura, donde tardan cerca de 500 años en descomponerse.
Ya son muchas las personas que prefieren adquirir esta bicicleta como medio de transporte urbano. Juan Carlos Seguro cuenta que: “Un día, un hombre me dijo que quería una de estas bicicletas pero que no tenía dinero. Yo le dije que si traía 1000 kilos de plástico se la hacíamos sin costo”. Al poco tiempo, el mismo hombre llegó con 1000 kilos de plástico a donde Juan Carlos, y hoy rueda por las calles en su Re-Cicla.
Así se crea una Re-Cicla
Para crear una Re-Cicla, se utilizan residuos plásticos como botellas, autopartes, electrodomésticos, baldes y canecas elaborados a partir de plásticos de alta y baja densidad como el PET, polipropileno (PP), nylon y ABS. En un marco de bicicleta, entre otros componentes, hay cerca de 200 botellas PET.
El primer paso consiste en la recolección de estos residuos en la ciudad y llevarlos a una empresa donde se lavan, se separan por color y se trituran hasta quedar en gránulos.
En el caso de las Re-Ciclas en Medellín, la recolección de PET se ha facilitado desde hace tres meses debido a la alianza con otro emprendimiento de la ciudad: Kaptar, una iniciativa que promueve el reciclaje inteligente de botellas plásticas a través de máquinas recolectoras. Cuando un usuario deposita botellas en la máquina, acumula puntos que se pueden redimir en beneficios como viajes en el metro, gimnasio, cine, entre otros.
Después, el material se envía en contenedores a Brasil, donde se encuentra la fábrica de Juan Muzzi. Allí, los gránulos plásticos reciben aditivos químicos para ganar más resistencia y protección del sol. Luego se depositan en una máquina inyectora que le da la forma de marco en un molde en cuestión de cuatro minutos.
Después de cinco horas de enfriamiento, el marco estará listo para ser ensamblado en una bicicleta. Este puede hacerse de cualquier color gracias a la tecnología por sistema de inyección: “es como pintar en Paint”, afirma Seguro. Con una tinta, el pigmento que se aplica en caliente cuando el plástico está líquido.
Con esta innovación, según la fábrica de las Muzzicycles, hasta ahora se han reutilizado cerca de 16 mil toneladas de plástico en el mundo y se han producido 132.000 marcos de bicicletas. Además, se han economizado 980.732 kilogramos de petróleo y se han dejado de emitir al ambiente cerca de 6 millones de kilogramos de CO2, producidos por la incineración de material.
Para todos los gustos
Estos marcos ecológicos pueden ensamblarse de muchas maneras: sin cambios o con hasta 7 velocidades; e incluso pueden ser eléctricas. Las últimas pueden tener motores eléctricos de 250 a 1500 vatios, las cuales tienen capacidad de 50 kilómetros de viaje por carga de la batería.
Los precios varían según los componentes del ensamble. Una bicicleta sencilla, sin cambios, puede costar 315 USD, mientras una eléctrica tiene un valor aproximado de 670 USD.
La vida útil del marco es vitalicia. “Se le han hecho pruebas de resistencia con una montacarga con cuatro toneladas de peso encima y no presenta ninguna fisura”, afirma Juan Carlos Seguro.
Un proyecto de impacto social y ambiental
En Colombia, las Re-Ciclas están siendo impulsadas como parte de los proyectos de responsabilidad social empresarial de las empresas que hacen uso masivo de plástico en los empaques de sus productos, como bebidas embotelladas.
Bavaria, la cervecería más grande de Colombia, compró 170 Re-Ciclas cuyos marcos fueron fabricados a partir de botellas PET de refrescos de malta producidos por la misma empresa. Estas bicicletas fueron entregadas a una población de niños de bajos recursos que se demoraban hasta dos horas caminando para ir a la escuela, en la vereda El Agizal, en el municipio de Itagüi.
En la isla de San Andrés, en el Caribe colombiano, muchos de sus habitantes se movilizan en bicicleta, pero en cuestión de meses estas se oxidan debido a la sal del mar. Como solución a la problemática, se está viabilizando la llegada de las Re-Ciclas a la isla como sistema de bicicleta pública. De esa manera, también se lograría mitigar el impacto que tienen los millones de desechos plásticos que se producen en la isla debido al turismo, convirtiéndolos en bicicletas.
Para mayores informes sobre esta novedosa bicicleta, comunicarse con sus representantes en Estados Unidos al 508-514-9516 ó al 302-344-3988