El tema de educación especial es muy sensible y toca la puerta de muchas familias en Estados Unidos. El informe anual del 2022 emitido por el Centro Nacional de Estadísticas Educativas del Departamento de Educación de EE. UU. reveló que 7.2 millones de estudiantes de 3 a 21 años de edad fueron atendidos bajo la Ley de Educación de Personas con Discapacidades (conocida por sus siglas en inglés como IDEA) durante el año académico 2020-2021, lo que representa el 15% de todos los estudiantes, cifras que se estima van en aumento.
El camino a recorrer para los padres identificar si sus hijos tienen alguna discapacidad no es tan sencillo si estos no están debidamente orientados. La ley IDEA especifica que el término “niño discapacitado” incluye a todos los niños (de 3 a 21 años de edad) quienes han sido evaluados o diagnosticados con retraso mental, problemas de audición incluyendo sordera; impedimento de habla o lenguaje; impedimento visual incluyendo ceguera así como algún impedimento ortopédico. Incluso, considera como discapacidad un disturbio emocional serio, un desorden espectro-autista, trauma cerebral u otro impedimento de salud que afecte el aprendizaje.
De acuerdo con “Educación Especial Guía Para Padres”, herramienta que fue creada para darle a los padres una idea básica de los derechos más importantes de la educación especial, si siente que su hijo necesita tener acceso a educación especial, el primer paso es referirlo a una evaluación inicial. Cada distrito escolar a través de la oficina de Educación Especial cuenta con un sistema destinado para valorar y determinar las necesidades educativas y sanitarias de los niños.
Este proceso de evaluación, ya sea a través de exámenes, pruebas u observaciones, dependerá de la discapacidad que se sospecha de su hijo y los resultados de estos exámenes determinan si su hijo presenta una deficiencia, y si la tiene, cuál será el plan de educación especial que mejor se adapte al infante. Es pertinente señalar que la Sección 504 del Acta de Rehabilitación de 1973 prohíbe todo tipo de discriminación basada en la discapacidad.
El siguiente paso, una vez se tenga el diagnóstico certero, es el desarrollo de un programa de educación individualizado conocido como IEP por sus siglas en inglés, el cual aboga por un trabajo en concordancia desde el área escolar hasta el calor del hogar. Esto implica que el equipo de IEP debe considerar las necesidades y los puntos fuertes del niño y las inquietudes del padre para mejorar la educación de su hijo. En el caso de niños cuyo comportamiento interfiere en el camino del aprendizaje, el equipo debe sugerir estrategias apropiadas, incluyendo intervenciones para el comportamiento positivo así como apoyos para el tratamiento del comportamiento.
Uno de los objetivos principales del IEP es “asegurar que la experiencia en educación especial de un niño genere un progreso educativo significativo”, según expresa el portal informativo Conoce tus Opiniones Escolares, afirmación que comparto debido a que el trabajo del personal académico y profesional sumado al soporte de los padres, va a generar un informe detallado que se estudia cada cierto tiempo para conocer los avances y desafíos a tratar. Datos que quedan registrados en cada reunión de IEP que se realiza en la escuela o en la entidad correspondiente.
Proyecto de Ley
Si bien es cierto que muchos padres participan de programas de educación especial para sus hijos, otros no tienen la misma dicha. Por esta razón el Comité de Educación de la Cámara de Rhode Island promueve apoyar un proyecto de ley que crearía un organismo de control de educación especial.
El proyecto de ley establece un defensor del pueblo para la educación especial en este estado con su respectiva oficina, para proporcionar una supervisión independiente y velar porque los distritos escolares sigan las normas necesarias para cumplir con los programas de educación individualizada, o IEP, para los estudiantes con discapacidades.
Estos esfuerzos están encaminados a garantizar el derecho de cada infante a recibir una educación especial de calidad de acuerdo a su condición ya pre-establecida, pero también, a elevar la calidad de vida de los mismos, ya que un diagnóstico temprano debe ser sinónimo de una intervención inmediata.
Servicios de ESY
Los servicios del Año Escolar Ampliado (ESY, siglas en inglés), es la asistencia proporcionada a estudiantes con discapacidades, que van más allá del año escolar de 180 días, y que abarca un programa de clases de verano de 4 ó hasta 6 semanas. La razón más común por la que un estudiante recibe dichos servicios es porque puede retroceder o perder el progreso realizado en habilidades importantes para la vida después de la escuela, por lo que se incentiva la estimulación y el aprendizaje constante para que esto no suceda.