“La vida es tan solo un instante, es frágil y fugaz”
La oportunidad que tienes para ser feliz y estar en paz es aquí, ahora, el presente es un gran regalo, la vida misma es un regalo.
Te has preguntado alguna vez, ¿Quién guía tu vida? O, ¿Para qué estoy aquí en la tierra?¿Tienes claro tu propósito en la vida?
Thomas Carlyle, filósofo e historiador, entre otros dijo: “ El hombre sin propósito es como un barco sin timón, un soplo, nada, nadie”. Potente, ¿Verdad?
Recuerda que tú vida tiene un gran propósito, conocerlo da sentido a tu existir y trae beneficios, te da enfoque, simplifica tu vida, te estimula, te llena de alegría. Vivir con propósito es el camino para la paz.
En tus manos tienes la oportunidad del hoy, no le restes tiempo a tu vida quedándote atrapado en un pasado que solo existe en tu mente, tu vida está sucediendo en este mismo instante. Tienes el poder de elegir tus pensamientos y tu forma de ver cada situación, la vida te pone pruebas, crece a través de ellas, todo lo que sucede es una oportunidad para extender el amor.
Toma hoy mismo la decisión de vivir a plenitud, pues la vida es tan solo un instante, invierte tu tiempo en llevar una vida saludable, en armonía y equilibrio.
El problema de muchas personas es que se dedican a acumular bienes y cosas, se pasan su vida en el “Tener” más que “Ser” y se pasan esperando a que algo extraordinario suceda para sentirse plenos y satisfechos. Es muy común escuchar decir a las personas, cuando compre mi coche nuevo, cuando tenga mi casa, cuando tenga mis hijos…. Cuándo…cuándo, ese cuando de un futuro incierto, ese es el que te saca del ahora, recuerda que tu vida está sucediendo ahora mismo…y el valor de tu vida no se centra en tus bienes o logros. Entonces ¿ Qué le da valor a tu vida? ¿ Quién guía tu vida?
No se trata de imponer creencias, sin embargo la existencia de una sabiduría universal que ordena el mundo y es fundamento de la confianza. Para mí es Dios.
Confiar te libera del miedo y te permite fluir con las situaciones que se presentan en tu camino. Todo lo que ha pasado en tu vida era necesario para aprender, crecer y evolucionar. Asume tu responsabilidad.
Pregúntate. ¿Qué puedo hacer ante cada situación? Es muy ganador tener una mirada de gratitud frente a cada situación, no te estoy diciendo que te vuelvas conformista, sencillamente es como confiar en que todo tiene un propósito más grande de lo que puedas imaginar.
Enfócate en lo que puedes aprender, recuerda la divinidad que existe en ti.
No vamos a estar aquí por mucho tiempo, agradece, ríe, vive, salta, disfruta y sobre todo ama…La vida es un soplo de aliento, un rastro de humo. ¡Así que vive! El día es hoy.
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Sana tu mente, sana tu vida.
