David Ramírez, docente del Departamento de Lenguas Modernas de Rhode Island College, imparte un seminario de primer año llamado “¿Dónde está mi gente? Cultura Latina en los EE.UU.”, como parte del Programa de Educación General en la institución, destinado a iniciar a los estudiantes de primer año en la vida universitaria.
“La idea de este seminario es invitar a los estudiantes a explorar, celebrar, cuestionar y reimaginar la cultura latina en los Estados Unidos”, explica Ramírez. “Los estudiantes pueden completar las tareas en inglés o español y en clase pueden hablar cualquiera de los dos idiomas. Estamos cambiando de idioma todo el tiempo”.
Marta V. Martínez, directora ejecutiva y fundadora de Rhode Island Latino Arts, ha estado documentando las diversas historias de la comunidad latina en Rhode Island desde 1991. Y en esta ocasión, fue invitada por Ramírez para guiar a su clase en uno de sus famosos recorridos por Broad Street en Providence, uno de los barrios latinos más antiguos de Rhode Island.
Dieciocho estudiantes de diferentes orígenes (colombianos, guatemaltecos, dominicanos y puertorriqueños, así como de ascendencia caboverdiana, portuguesa e italiana) se unieron a Ramírez y Martínez en la esquina de las calles Miller y Broad, cerca de la entrada al parque Roger Williams, para explorar durante 90 minutos esta calle emblemática a la cual los lugareños a menudo se refieren simplemente como “La Broa”.
El recorrido comienza frente a un pedazo de pavimento agrietado, donde Martínez explica que justo en ese punto alguna vez se encontraba la entrada a la primera bodega latina en el estado, Fefa’s Market. Edificio que, desafortunadamente, fue demolido en la década de 1980 cuando la ciudad reconstruyó Broad Street.
Doña Fefa, fue una mujer oriunda de República Dominicana, quien en 1958 se estableció con su familia en Providence después de mudarse de Nueva York y de quien Martínez se refiere como “la madre de la comunidad latina en Rhode Island”.
Caminando con lentitud se perciben los diferentes sonidos del barrio. Automóviles y peatones van y vienen, evidencia de una comunidad animada y una calle donde ahora hay muchas más bodegas y otros negocios con nombres en español; como una marca del legado de Doña Fefa, quien siempre trabajó para y por su comunidad latina.
La historia, que cuenta Martínez, se centra en los cambios que ha tenido esta icónica calle antes y después de la llegada de doña Fefa. Atraídos por un exquisito aroma, su próxima parada es en el estacionamiento de Mills Coffee Roasting Company, una empresa familiar que vende café de una gran cantidad de países latinoamericanos.
Roy Barrios (extrema derecha con sudadera azul), un latino colombiano que se especializa en bienestar y ciencias físicas en RIC, expresa su sentir con esta caminata. “Es genial porque aprendes más sobre tu historia, tus antecedentes y no solo de ti mismo, sino también sobre la comunidad latina en general”, dice.
Martínez explica que la arquitectura en La Broa ha cambiado a lo largo de los años y se han derribado muchos edificios históricos, aunque aún quedan algunos como la compañía telefónica del siglo XIX que recibió uno de los primeros mensajes por cable de Alexander Graham Bell provenientes de Europa. Edificación que en 1984 se convirtió en Verizon Building.
Calixto Soto, un latino colombo-guatemalteco que hace su especialización en educación en salud dice que tomó esta clase porque le gustó el nombre. “Nunca pensé lo que encontraría, como lo que estamos aprendiendo hoy, la historia de nuestra comunidad. No sabía de Doña Fefa”, dice. “Pensé que los mexicanos eran la primera comunidad latina aquí en Rhode Island. Ahora que estoy escuchando esto, es una locura, cómo una persona inspiró a toda una comunidad, como lo hizo Doña Fefa”.
Por su parte, Sophia DiNaro, quien se identifica como blanca y se está especializando en estudios cinematográficos, siente que una clase como esta es esencial para ella quien quiere “ser una persona más completa y aprender más sobre el mundo que me rodea, que no es solo la América blanca o Europa”. Agrega: “La clase es realmente interesante. Es bueno aprender sobre otras personas y más sobre el mundo diverso al que nunca antes había estado expuesta”.
Un Tour bastante informativo que culminó frente al recientemente remodelado Bomes Theatre, un edificio de ladrillo de dos pisos con arquitectura Beaux Arts y techo plano construido en 1921; el cual, actualmente, se utiliza para diversos eventos, desde celebraciones familiares hasta campañas políticas.