Emily Tilano y Daiely Rodríguez son dos latinas multi-lingües con historias de vida diferentes, pero que se conectan por el deseo de servirle a sus comunidades. Emily es bilingüe y de familia colombiana, nació y creció en Rhode Island gracias a que sus abuelos emigraron a los Estados Unidos en 1969. Mientras que Daiely, de origen dominicano, llegó al país cuando tan solo tenía 12 años.
Tal como Daiely, para la mayoría de las personas que se identifican como latinas en este país, hablar inglés es una necesidad, pero para Emily, ese fue su primer idioma. Ella, aprendió español, no solo como una forma de volver a sus raíces, sino también para poder relacionarse con sus abuelos.
Cada una de estas recién egresadas han sabido utilizar sus habilidades lingüísticas para servir a su comunidad y lograr cambios en la vida de muchas personas.
Trilingüe: una en mil millones
Se estima que en todo el mundo hay mil millones de personas trilingües, es decir el 13 por ciento de todos los habitantes del planeta. Daiely es parte de este porcentaje, puesto que desde que nació estaba destinada a hablar varios idiomas.
“La Lengua de Signos Americano (ASL por sus siglas en inglés) fue mi primer idioma, porque mis padres son sordomudos; tuve que aprenderlo para poder comunicarme con ellos”, explica. “Luego, aprendí español y después inglés”.
Para ella, ser trilingüe es una gran ventaja, porque gracias a esa habilidad ha sobresalido no solo a manera personal, sino profesionalmente como parte del equipo de extensión comunitaria en la Clínica de Inmunología y Enfermedades Infecciosas de Lifespan, donde ha podido valerse no solo de lo que aprendió en RIC, sino también de sus habilidades multi-lingües, lo cual le ha cambiado la vida.
“Aprovecho al máximo ser trilingüe. Me hace sentir bien, porque percibo que me necesitan más. Muchas de las personas que requieren mi ayuda se ven muy felices de que yo sepa español; y sucede lo mismo con las personas sordas. Cuando ingresan, ya tienen en mente que nadie los va a entender, pero tan pronto como ven que sé la lengua de signos, se sienten como, ‘¡Oh, gracias a Dios!’ Y eso me hace sentir increíble”.
Bilingüismo para cambiar mentes
Para Emily, las historias de su abuelo de cuando llegó a este país, le ayudaron a ver la importancia de entablar conexiones con la comunidad, la inspiraron a ayudar a los estudiantes multi-lingües (MLL por sus siglas en inglés) de Woonsocket High School; a menudo trabajando con quienes tienen un nivel más bajo de inglés, ya sea traduciéndoles o asegurándose de que estén entendiendo las tareas y a sus maestros.
“Al mismo tiempo los ayudo a convertirse en los adultos que están tratando de llegar a ser”. Y agrega: “Ha sido una experiencia gratificante porque algunos de ellos me dicen: ‘profe, usted me ha inspirado a ir a la universidad’, lo cual es altamente satisfactorio para mí”.
Pero su conocimiento del español no solo ha sido útil para trabajar con jóvenes, sino también sirviendo a la población geriátrica durante su pasantía en CareLink RI, donde pudo hacer uso de su segundo idioma para comunicarse con ellos de manera efectiva. Enseñándoles a manejar la tecnología, como teléfonos inteligentes, tabletas y otros dispositivos.
Tilano siente que ser bilingüe y mantener viva su cultura, sus costumbres e idioma es beneficioso no solo en su profesión, sino a nivel personal. “Creo que el bilingüismo es algo poderoso porque logras comunicarte con dos culturas diferentes, puedes cruzar esas barreras y aprender sobre ellas y combinarlas como un todo”, resalta.
Un valor agregado
Ambas consideran que hablar más de un idioma será siempre muy valioso y que se debería fomentar en las diversas comunidades de Rhode Island.
Daiely cree que ser multi-lingüe en el mundo actual abre muchas puertas, algo que le ha proporcionado muchas más posibilidades a su vida. “Tienes más oportunidades de establecer contactos con muchas personas diferentes”, dice. “Me encanta hablar con diferentes personas, aprender sobre sus costumbres y su cultura y eso, para mí, es una de las mayores ventajas”.
Por su parte, Emily siente que la mejor manera de fomentar el multi-lingüismo y de agregarle valor en la educación superior, es proporcionarles a las personas, especialmente a los niños, más exposición y tener ejemplos verídicos de origen hispano. “Tener modelos a seguir les ayudará mucho, será beneficioso y marcará un patrón. Siento que, al tener más exposición, los niños podrán decir: ‘¡Quiero ser como ellos!’, o pensar: ‘Si ellos pueden hacerlo, yo también puedo’”, resalta.
Ella cree firmemente que su título universitario en educación comunitaria y de salud pública (CPHP) de RIC, además de ser estudiante de maestría en salud pública (MPH) en epidemiología y bio-estadística en la Universidad de Tufts y su trabajo con los estudiantes y la comunidad están dando un gran ejemplo a las próximas generaciones. “Una latina que se adentra en la ciencia no es muy usual, pero afortunadamente ahora será más común ver a mujeres latinas en carreras como ingeniería o, como yo, en epidemiología”, manifiesta.
Por su parte, Daiely está segura de haber tomado la mejor decisión al obtener un título en Promoción de Salud Pública y Comunitaria con especialización en Salud de la Mujer en RIC, pues ha sido el puente para conectar con la comunidad y la ha puesto en una posición en la que su capacidad para hablar varios idiomas es de gran beneficio para ayudar a los demás.
“No era dada a tomar riesgos, pero siento que ese programa me impulsó a estar con la comunidad”, concluye Daiely.