“Tenemos una tendencia a tomar a las minorías étnicas y verlas como grupos monolíticos”, dice Valerie Endress, profesora que enseña comunicaciones y participación cívica en Rhode Island College.
La “comunidad latina” es un perfecto ejemplo de esto, pues si bien, en este país, a menudo se la visibiliza como una comunidad con una única identidad, lo cual se aplica a casi todas las personas de habla hispana en el hemisferio occidental, en realidad es una población bastante diversa que abarca diferentes razas e identidades étnicas de docenas de países.
Para Marcela Betancur, directora del Instituto de política latina de la Universidad Roger Williams, una colombiana que llegó a los Estados Unidos a los 12 años, en este país existe una idea unificada y errónea de que las personas latinas son todas iguales y que a todos les importan las mismas cosas. “Terminamos encasillados como en un mismo cubo, lo cual se les facilita a otras personas para identificarnos, de acuerdo a cómo te ves o cómo suenas. Los latinos somos diferentes desde la crianza en casa, la cultura social, el estatus económico, además los estudios que traemos y que podemos usar aquí”.
Para ella, que creció en Central Falls, donde la mayoría de las personas que la rodeaban eran de origen colombiano, las diferencias culturales no eran tan evidentes. Sin embargo, cuando comenzó la universidad y trabajó en viviendas públicas, conoció a personas de otros países latinoamericanos y aprendió que incluso entre las comunidades de habla hispana, las diferencias en el idioma pueden ser enormes. La forma en que se usan algunas palabras puede variar mucho según el país, creando en ella un gran choque cultural, pero también interés. “Ahora vivo en Providence y creo que es realmente hermoso ver diferentes ciudades que tienen numerosa presencia de la comunidad latina. El estado es tan pequeño, pero tenemos un gran porcentaje de latinos”.
La representante de Pawtucket Karen Alzate (D-Dist. 60), un colombo-estadounidense nacida en Rhode Island, cree que la retórica divisiva es un factor importante que contribuye a generar conceptos erróneos de la comunidad latina y que desafortunadamente, para las personas que no están bien educadas, todos los latinos son vistos como violadores, mentirosos, ladrones y criminales, algo que lastima a dicha comunidad.
“Vivimos en una sociedad en la que las cosas están agrupadas, por lo que es mucho más fácil decir que todos los latinos son de un solo lugar, al igual que los blancos o los negros provienen todos de un mismo sitio, en lugar de darnos cuenta de que todos somos una mezcla”, y señala que las personas latinas son de muchas áreas del mundo, con diferentes culturas, y que es importante educar a la gente que hay cosas sobre los latinos que son totalmente diferentes, desde la forma en que hablan o como bailan hasta la manera en cómo cocinan y comparten en sus propia comunidades.
Leonela Felix, otra representante de Pawtucket (D-Dist. 61) especialista en estudios sociales y sociología de RIC, nació en los Estados Unidos y se crió en la República Dominicana, señala que su cultura es diferente de otras comunidades latinas en muchos aspectos, y destaca el lenguaje como ejemplo, los diferentes acentos y el significado de palabras. “Hay palabras que tienen una connotación diferente según el país”, explica. “Tengo amigos de Colombia y cuando hablamos, llegamos a un punto en el que nos damos cuenta de que no estamos hablando de lo mismo, solo porque la palabra tiene otro significado”.
Felix también cree que los conceptos erróneos sobre las comunidades latinas, particularmente fuera de esas comunidades persisten, ubicándolos a todos en una misma categoría, simplemente por el hecho de que no tienen la educación o la exposición adecuadas a modo de entender las diversas culturas y nacionalidades.
Endress está de acuerdo y explica que, en Rhode Island, los vecindarios blancos tienden a permanecer blancos, como sucede también con las poblaciones negras y latinas. Aunque ve esperanza entre los jóvenes, puesto que la mezcla y comprensión de distintas culturas y tradiciones culturales ocurren con mayor frecuencia y son más fácilmente aceptadas por las generaciones más jóvenes, y por sus padres que les permiten a esos hijos entablar amistades diversas. “Entre los Millennials y la Generación X, los niños han ido a la escuela con personas latinas. Hemos visto cómo los números se dispararon a lo largo de las décadas, lo cual ha hecho muy probable que los niños blancos se hagan amigos de los latinos y, como resultado de eso, tienen una mayor comprensión de sus culturas, creando mayor armonía”.
Ella ha visto ejemplos de esto en su salón de clases. Por ejemplo, al hablar sobre ciertas festividades de otros orígenes culturales y cómo son entendidas, sus estudiantes están mucho más informados sobre otras formas de expresión cultural, de lo que solían estar las generaciones anteriores; lo cual les brinda la oportunidad de experimentar diversidad cultural en casa de sus amigos, rompiendo algunos estereotipos en un intercambio cultural que no se había visto anteriormente.
La educación también será clave para superar los estereotipos de otra manera. Endress señala que la población latina en Rhode Island no se mantendrá dentro de las fronteras de ciudades como Central Falls, que tiene el mayor porcentaje de población hispana/latina en el estado, pues las comunidades latinas están obteniendo educación superior a un ritmo que les da una mayor movilidad social. “La segunda y tercera generación de inmigrantes tienen una forma de salir de ese bagaje étnico y mezclarse con la población blanca, lo que en última instancia probablemente sea algo bueno para romper esas barreras estereotipadas”.
Felix ve que ese cambio está ocurriendo en su propia comunidad. “Aquí en Pawtucket, los latinos solo representaban alrededor del tres por ciento, en el Distrito 61, en el censo anterior, lo que constituye una población realmente pequeña”, señala. “Pero cuando miras los últimos años, ves un cambio en el que muchos miembros de la comunidad latina se están mudando a Pawtucket, lo cual es extraordinario, porque hay mayor diversidad”.
Aun así, persisten los malentendidos acerca de los latinos. Betancur señala como ejemplo, el estereotipo de que todos los latinos son inmigrantes, incluso las personas de ascendencia puertorriqueña. “Los puertorriqueños no tienen una experiencia de inmigrante”, explica. “No son inmigrantes, son ciudadanos de Estados Unidos; aunque en diferente forma, tienen la experiencia de su propia latinidad y su propia migración”.
Sin embargo, incluso cuando la inmigración es un factor discordante, Endress todavía es optimista en el cambio de las actitudes generacionales. “Si nos fijamos en cuestiones de inmigración, existe una enorme división generacional entre los blancos, pues las generaciones más jóvenes no ven ningún problema en comprender que la inmigración enriquece a la sociedad, al igual que simpatizan mucho más con las historias de inmigrantes”.
Betancur también ve la esperanza de que Rhode Island algún día pueda apreciar la increíble diversidad de su población latina, y explica que los latinos colombianos son increíblemente diferentes a los dominicanos o a las personas de Honduras o Puerto Rico. Y recalca, “me encantaría que algún día hablemos de los latinos de manera diferente, porque, en definitiva, no somos iguales”.
Acerca de Rhode Island College
Establecido en 1854, Rhode Island College presta servicio aproximadamente a 8,500 estudiantes de pregrado y postgrado en sus cinco Facultades: la Facultad de Arte y Ciencia, la Facultad Feinstein de Educación y Desarrollo Humano, la Facultad de Negocios, la Facultad de Enfermería y la Facultad de Trabajo Social. Para más información,visite http://www.ric.edu.