¿REALMENTE LA LEGALIZACIÓN DE DROGAS, REDUCIRÍA EL NARCOTRÁFICO, LA DELINCUENCIA ORGANIZADA Y OTROS DELITOS?
El narcotráfico y la delincuencia organizada representan un grave un problema para las administraciones de presidentes o mandatarios en múltiples países, los cuales han tratado de implementar estrategias para aminorar ambos flagelos, sin embargo, en ocasiones sus políticas criminales resultan inadecuadas e ineficaces. Tal y como sucedió con Venezuela, en donde el gobierno fue rebasado por el crimen organizado, al grado de que la Nación en comento se convirtió en una “Soberanía criminal”.
Lo más lacerante, es que con el narcotráfico se cometen otros delitos que afectan a la sociedad como son el secuestro, la extorsión y el tráfico de armas, igualmente, en ciertos casos, se observa un contubernio con las autoridades en actos de corrupción y arbitrariedades. Otro escenario, es el ocurrido en los retenes que realizan miembros de seguridad pública al atribuir a los ciudadanos la posesión de drogas por encima de lo legalmente permitido, y posteriormente, ser remitidos al Ministerio Público por delitos contra la salud.
No se soslaya que policías y elementos del ejército realizan un trabajo encomiable para enfrentar al crimen organizado, aunque, ello puede representar un contrasentido, debido a que consideren que ponen en riesgo su vida, integridad y familia, cuando se evidencia que hay pactos o permisibilidad de sus superiores para que los delincuentes operen. Importante sería evaluar estadísticamente, si existen más fallecidos por consumo en comparación con sobredosis de drogas; incluso, por decesos para combatir a los traficantes.
La delincuencia organizada y el narcotráfico también ejercen una política social ilícita o ilegitima al brindar trabajo a los pobladores, ayuda económica, atención a la salud de sus familias, hasta dar protección y seguridad para que otros grupos criminales no los dañen en su persona o patrimonio. Hemos visto en los medios informativos, que ciertas comunidades vanaglorian las acciones de los criminales al grado de protegerlos del ejército, seguridad pública y o de la Fiscalía General de la República.
La narco-cultura es otro tópico derivado de las organizaciones criminales e influyen demasiado en los jóvenes al imitar estereotipos que ven en la televisión, redes sociales o narco-novelas, dejando sus estudios truncados para trabajar con la delincuencia, pues según sus creencias les es más fácil tener lujos, dinero, poder y hacer un patrimonio en poco tiempo, en lugar de trabajar de manera lícita. En ese mismo orden de ideas, existen creaciones religiosas como “malverde” o la “santa muerte” muy venerados dentro del entorno criminógeno.
México como economía emergente, cuenta con diversos ingresos significativos en petróleo, remesas de migrantes, industria automotriz, turismo; por citar algunos, empero, algo que no pueden ignorar los gobernantes, es que el narcotráfico adicionalmente es un motor que deja dividendos, aunque provenga de lo ilícito. Inclusive en países como Colombia, se ven beneficiados de la producción de drogas como cocaína o marihuana.
Un asunto mediático en el año 2022 fue la nota periodística de que el otrora Presidente de México Felipe Calderón Hinojosa, resultó denunciado por el gobierno en turno ante la Corte Penal Internacional por delitos de lesa humanidad a razón del operativo fallido “rápido y furioso” y “declarar la guerra al narcotráfico”, que trajo diversos enfrentamientos y pérdidas humanas, tanto de empleados de la Secretaría de Seguridad Pública, Secretaría de la Densa Nacional y Marina, como de los maleantes.
El 12 de abril de 2023 la Corte Interamericana de Derechos Humanos con sede en San José, condenó a México como responsable por violar la libertad personal y la presunción de inocencia por la aplicación del arraigo y de la prisión preventiva oficiosa en el caso “Daniel García Rodríguez y Reyes Alpízar Ortiz”. El hecho anterior, si bien fue perseguido por el delito de homicidio, también lo es de que generó debate la figura de la prisión automática establecida en el artículo 19 de la Constitución Federal Mexicana; por ejemplo, en delitos de delincuencia organizada.
Recientemente viajé a Centro y Sudamérica, percatándome de que existe el “efecto tequila en las organizaciones criminales”, esto es, cárteles mexicanos como Jalisco Nueva Generación y el cártel de Sinaloa, que operan en Ecuador y que, alguna vez fue un país pacífico, hoy sea uno de los más violentos de la región con una tasa de homicidios que aumentó significativamente entre 2016 y 2022, ello de acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas para la droga y el delito (ONUNDD), que atribuye el problema a la intensificación de la violencia entre bandas rivales de narcos.
En Costa Rica es otro claro ejemplo de que poco a poco se está desvaneciendo la tranquilidad y seguridad que gozaba desde tiempo atrás, con fundamento en que las noticias anuncian constantemente asesinatos, fosas clandestinas y demás atrocidades cometidas por los integrantes del ecosistema criminal y el mismo efecto se replica en Argentina, Perú, Paraguay; entre otros. En territorios como México, Colombia, Ecuador o El Salvador, han recurrido a los militares para mitigar la situación.
Es innegable que el tema de las drogas paralelamente representa un problema de salud pública en personas adictas como los adultos, jóvenes y desafortunadamente en niños, cuando su entorno es con padres o tutores drogadictos o alcohólicos. Recordemos que entre 1928 y 1931, los grupos del crimen organizado estadounidense entraron en disputa en territorios del centro y del norte del país, convirtiendo a éste, en la meca de todos los crímenes de la mafia, y brotando aún más con la llegada de la famosa “Ley Seca”, ya que se empezaban a restringir los juegos de azar y alcohol, lo anterior finalmente condicionó a su permisibilidad.
Justamente en un contexto semántico sobre el tema, suelen utilizarse como sinónimos a la desregulación, despenalización o legalización de las drogas, por ende, conviene hacer una diferenciación, pues desregular implica quitar de la legislación, lo que me parece un despropósito por los efectos que representa, así mismo, despenalizar conlleva a eliminar los tipos penales establecidos en la legislación como el Código Penal Federal o Local y el capítulo de delitos de la Ley General de Salud.
Consecuentemente, el término adecuado y siendo el más usual es legalizar, ya que se ajusta para crear un marco jurídico que permita establecer parámetros o límites en la producción, comercialización, consumo y tratamiento. Por tanto, abordar la temática genera debate en distintos escenarios, pero no podemos negar que es una tendencia mundial que pocos países han aplicado para dar soluciones y estrategias, siendo los siguientes:
La política holandesa sobre las drogas
El investigador y periodista Inder Bugarin de la BBC News (2019), refiere que Holanda decidió en la década de los años 70 despenalizar la venta y uso de la marihuana y hachis, pensando que esta medida alejaría a los consumidores de las sustancias más peligrosas. Las autoridades estaban convencidas de que era imposible ganar la guerra contra las drogas y preocupadas por el impacto de la salud pública causado por la heroína y cocaína.
Los holandeses, además han demostrado que una política de tolerancia, no necesariamente conduce al uso masivo de drogas, pues a pesar de que está permitida la venta de cannabis en los coffee shops, no todos consumen dicha sustancia. El Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT) la máxima agencia en la materia de la Unión Europea (UE), avala el balance realizado por las autoridades holandesas.
En países bajos el consumo está permitido en pequeñas cantidades, la producción está prohibida, sin embargo, existen fábricas clandestinas, casas o granjas, aunado a ello, se autorizó el consumo de drogas blandas en bares y subió la adquisición en extranjeros.
Uruguay fue el pionero en Latinoamérica para regular la marihuana
El 10 de diciembre de 2013 fue una noticia que impactó al mundo al comentarse que, el parlamento uruguayo aprobó la norma que reguló la producción, venta y consumo de cannabis, así como la creación del Instituto de Regulación y Control de Cannabis (IRCCA). Ahora bien, como política de drogas, existe un mercado regulado de compra en farmacias y la pertenencia a un club cannábico o de cultivo doméstico (el Estado no cultiva), solo se vende a usuarios registrados denominado como “marihuana oficial” (fuente: Andrea Ariet, Deutsche Welle noticias, 2023).
Se abrió a los usuarios de marihuana la posibilidad de alejarse de circuitos ilícitos vinculados con el crimen en general, el objetivo fue demasiado ambicioso del entonces presidente uruguayo José Mujica de disputarle el negocio de la marihuana a los narcos, o la idea de aumentar la seguridad pública con la que se planteó la ley. El promedio de compra de las personas registradas en farmacias es entre 14 a 17 gramos mensuales y se establecieron campañas de concientización, primero fue con fines lúdicos y posteriormente medicinales.
En suma, se ha generado una nueva generación de jóvenes que no tienen acceso al cannabis legal y recurren al mercado clandestino, con todo lo que implica para su salud y al que los turistas o extranjeros acceden (fuente: Gerardo Lissardy, BBC News Mundo noticias, 2023).
Despenalización de drogas en Portugal
De acuerdo con la información obtenida en 2017 por George Murkin de Tranform Getting drugs under control, los portugueses despenalizaron la posesión para el uso personal de todas las drogas en 2001. Esto significa que, si bien la posesión de drogas para uso personal ya no es un delito, sigue siendo una violación administrativa que se castiga con penas como multas o trabajo comunitario, la sanción específica es decidida por las “Comisiones para la disuasión de la toxicomanía”, que son paneles regionales compuestos por profesionales legales de salud y de asistencia social.
Cuando se planteó el objetivo de la política de despenalización, fue abordar la decadente y grave salud pública de Portugal, particularmente la comunidad de usuarios que se inyectan drogas. De hecho, en los años previos a la reforma, el número de muertes relacionadas con el uso de drogas se había disparado, y las tasas de VIH/SIDA, tuberculosis y hepatitis B y C, entre usuarios inyectables fueron aumentando rápidamente.
Portugal complementó su política de despenalización mediante la asignación de mayores recursos al sector encargado de las drogas, ampliando y mejorando sus programas de prevención, reducción de daños, tratamiento y reinserción social. Lo anterior, parece haber tenido un efecto positivo en el crimen, pues hubo una reducción en el número de personas detenidas y enviadas a la Corte Penal por delitos de drogas.
Alemania sorprende con la legalización del cannabis
El país teutón fue noticia cuando se dio a conocer que el primero de abril de 2024, aprobaron la ley que autoriza el consumo recreativo del cannabis, la cual permite poseer hasta 25 gramos de manera lúdica y cultivar hasta 3 plantas en casa (prohibido para menores de 18 años). Se crearon campañas eficaces de prevención en jóvenes y asociaciones de cultivo para controlar la producción.
Se dio la venta de producto en tiendas autorizadas (clubes de cannabis) y existiendo una limitante de consumo cerca de escuelas, parques, guarderías o estancias infantiles. El objetivo era principalmente evitar la clandestinidad y hacer frente al narcotráfico (fuente: Jack Guy, CNN en español, 2024).
Suiza apuesta por legalizar la cocaína
La capital Suiza esta examinando un plan piloto para permitir la venta de cocaína para uso recreativo, un enfoque radical a la guerra contra las drogas que no se cree que se haya aprobado en otros lugares. El parlamento de Berna apoyó la idea, que aún debe superar la oposición del gobierno de la Ciudad y requerirá un cambio de legislación nacional. Países europeos, incluidos España, Italia y Portugal, ya no imponen penas de prisión por posesión de drogas, entre ellas la cocaína, aunque ninguno ha llegado tan lejos como la propuesta que se debate en Berna.
Cualquier legalización iría acompañada de controles de calidad y campañas de información, el enfoque también reduciría un lucrativo mercado criminal y violencia, acompañado de una idónea política criminal, así como facilitar el control de la calidad de medicamentos comercializados (fuente: D. Rodríguez, Excelsior, 2023).
Canadá despenaliza la posesión de algunas drogas duras
Con un programa piloto inédito en enero de 2023, la Columbia Británica se convirtió en la primera y única provincia de Canadá en despenalizar la posesión de una pequeña cantidad de drogas duras como metanfetamina, fentanilo y morfina (2.5 gramos en adultos), los cuales no serían arrestados o acusados y no se incautaría la sustancia en su poder. En cambio, se les ofrece información sobre los servicios sociales y de salud disponibles.
Existen en el país programas de amnistía de personas que están en prisión por 30 gramos o menos y tiendas para venta de cannabis o por internet (solo mayores de 18 años), además, se instituye el pago de impuestos. Cabe señalar, que Canadá legalizó el uso de cannabis recreativo para adultos en todo el país en 2018 (fuente: Max Matza, BBC News Mundo noticias, 2023).
México y Colombia en vía de la legalización
Dos países que internacionalmente han estado vinculados con la producción y tráfico de drogas son los mexicanos y colombianos. En México, con motivo del amparo 237/2014 que otorgaba a un particular el consumo lúdico de la marihuana, generó un anteproyecto de Ley Federal para la Regulación del cannabis, empero, el 12 de enero del 2021 se promulgó el Reglamento de la Ley General de Salud en materia de control sanitario para la producción, investigación y uso medicinal del cannabis.
En Colombia, por ejemplo, en junio de 2023 el pleno del Senado rechazó la legalización del uso recreativo de la marihuana, un debate que fue motivo de polémica y aunque parecía contar con luz verde, al final no reunió los votos necesarios, aunque también han existido intentos por emitir un decreto y el cual podría ser revocado por administraciones ulteriores.
En definitiva, es evidente que hay aspectos a favor y en contra cuando se pretende regular u optar por la legalización de las drogas blandas o duras, así mismo, si hay producción es debido a un mercado consumidor, el cual necesita a mi parecer una regulación urgente, ya sea internacional o local de cada país de que se trate, y porque no, reduciría el cáncer del narcotráfico y delincuencia organizada transnacional. Lastimosamente, habrá intereses y corrupción en el camino que imposibiliten dar una solución, pero vale la pena intentarlo.