Muchas veces caemos en el error de pensar que el tener propiedades, un plan de acumulación para el retiro, inversiones y otro tipo de activos es suficiente para asegurar nuestro futuro, y se nos olvida que, así como vivimos, enfermamos y morimos.
El común de las personas no está preparado para un caso de enfermedad o la muerte y se genera una situación caótica para nosotros y nuestras familias cuando algo así pasa. Es aquí cuando la planeación patrimonial (Estate Planning) cobra fuerza e importancia y precisamente hoy será el tema de nuestro artículo.
La Planeación Patrimonial (Estate Planning) es un proceso adelantado de organización de los activos (todo lo que nos genera dinero) que uno posee, para garantizar que se administren y distribuyan según los deseos de la persona después de su muerte. También implica considerar varios escenarios que pueden surgir en caso de incapacidad o discapacidad y desarrollar estrategias para mitigar posibles problemas. Es un proceso complejo que requiere una cuidadosa consideración y planificación, pero puede brindar numerosos beneficios tanto para el individuo como para su familia.
El objetivo principal de la planificación patrimonial es proteger los activos propios y garantizar que se transmitan a sus beneficiarios, previstos de manera coherente con sus deseos, puede ayudar a evitar el proceso de sucesión que es un proceso legal que ocurre después de la muerte de una persona, donde el tribunal supervisa la distribución de los bienes a los herederos, convirtiéndolo en un proceso largo, costoso y público. Por ende, estresante.
Otro beneficio importante de las estrategias de planificación patrimonial es que puede ayudar a reducir o eliminar los impuestos sobre el patrimonio, que pueden ser una carga importante para los herederos. También puede ayudar a evitar disputas entre miembros de la familia al proporcionar instrucciones claras y minimizar la posibilidad de confusión o malentendidos.
El proceso de planificación patrimonial generalmente involucra cuatro componentes clave, que son:
- Testamento
- Fideicomiso
- Poder notarial duradero
- Directiva de atención médica.
Un testamento es un documento legal que describe cómo se distribuirán los bienes de una persona después de su muerte. Es fundamental contar con un testamento, independientemente del tamaño del patrimonio, ya que esta es la herramienta que brindara claridad y evitara disputas entre los miembros de la familia.
Un fideicomiso es otro componente crucial de la planificación patrimonial. Ya que es una entidad legal que posee activos en beneficio de uno o más beneficiarios. Hay varios tipos de fideicomisos, incluidos los fideicomisos revocables y los fideicomisos irrevocables, y cada uno tiene sus propias ventajas y desventajas. Esta es la herramienta que puede ayudar a evitar la sucesión, minimizar los impuestos sobre el patrimonio y proporcionar un mayor control sobre cómo se distribuyen los activos.
Un poder notarial duradero es un documento legal que nombra a una persona para administrar los asuntos de otra persona en caso de incapacidad o discapacidad.
Una directiva de atención médica, también conocida como testamento en vida, es un documento legal que describe los deseos de una persona con respecto al tratamiento médico en caso de incapacidad.
La planificación patrimonial no es un evento de una sola vez, sino un proceso continuo que requiere una revisión y un ajuste periódico. Es esencial revisar y actualizar periódicamente el plan patrimonial para asegurarse de que refleje los deseos y circunstancias actuales de la persona.
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