Hace un par de décadas se consideraba que la persona que tuviera un coeficiente elevado o era muy intelectual, tenía mayores probabilidades de éxito en la vida; empero, considero que hoy en día dicha aseveración ya no resulta del todo aplicable, debido a que el ser humano y la sociedad van evolucionando en un mundo globalizante.
Por ende, la inteligencia se compone de múltiples aristas y cada profesionista tiene la posibilidad de ir descubriendo su potencial, ello a través de distintas cualidades con base a su conocimiento, experiencia y entorno mediante el cual se desenvuelve. Es importante que desde la infancia y adolescencia los padres, tutores y maestros ayuden a lograr un desarrollo adecuado del intelecto.
A mayor corolario, cada persona posee diversas clases de inteligencias que se reflejan en sus habilidades. Es de suma importancia que reconozcamos y alimentemos toda la variedad de inteligencias humanas y las combinaciones de éstas. Somos tan diferentes entre nosotros, en gran parte, porque todos tenemos diferentes tipos de inteligencias, como las siguientes:
1) Inteligencia racional. El 20% del éxito profesional lo aporta este tipo de inteligencia, además, implica procesar la información y aplicarla correctamente; por ejemplo, podemos hacer diversas preguntas de un objeto, tema o fenómeno e ir descubriendo múltiples respuestas. Ello nos permitirá contar con mayor conocimiento, e incluso, encontrar nuevas cosas a las ya existentes y atrevernos a innovar.
Otra forma de desarrollar la inteligencia racional, es aplicar el pensamiento crítico del conocimiento al consultar distintas fuentes de información, ya sea digital o en físico; tales como libros, noticias, páginas oficiales, revistas, blogs, podcast o redes sociales. Los conocimientos por sí mismos, no son suficientes para desenvolverse en la vida exitosamente, si estos no van acompañados de una acción; verbigracia, resolver problemas a partir del conocimiento adquirido.
2) Inteligencia emocional. Este tipo de inteligencia contribuye al éxito de todo profesionista, pues consiste en ejercer un nivel óptimo de empatía con los demás. Igualmente se refiere a la habilidad de un individuo de sentir, entender, controlar y modificar estados emocionales en uno mismo y con otros. Así, la inteligencia emocional no es asfixiar las emociones, sino gobernarlas y equilibrarlas. A manera de ejemplo, resulta conveniente ser empático a través del lenguaje verbal y no verbal.
Debemos aprender a reconocer nuestros propios sentimientos y los ajenos, así como, motivarnos y lograr de manera adecuada un equilibrio emocional frente
a las situaciones de estrés, adaptación al cambio, controlar los impulsos, soportando mejor la presión y condiciones demandantes con el fin de fomentar un crecimiento emocional e intelectual armónico. El investigador Daniel Goleman, señala que la inteligencia emocional plantea armonizar cabeza y corazón.
3) Inteligencia social. Es la capacidad humana para relacionarse, comprender y dirigir a las mujeres y hombres, así como actuar sabiamente en las relaciones sociales. Esta inteligencia debe incluir habilidades como conciencia, presencia, autenticidad, claridad y empatía, cuando una persona desarrolla este tipo de inteligencia, las demás personas se sienten atraídas hacia los individuos que tienen un mayor nivel de inteligencia social, estos hacen que se sientan valorados, apreciados y respetados. Las relaciones sociales son fundamentales en todo profesionista, sin embargo, se tienen mejores resultados si se aplican con inteligencia; verbigracia, podemos iniciar por aprender el arte de conversar.
4) Inteligencias múltiples. La inteligencia es multidimensional, esto es, no es única, es múltiple y todas las personas tienen intereses, capacidades y procesos de aprendizaje distintos. Uno de los mayores exponentes es Howard Gardner, siendo el primero en descubrir la teoría de las inteligencias múltiples como lingüística; visual-espacial; lógico- matemática; corporal-kinestésica; musical; intrapersonal; interpersonal y naturalista. Todo ello guarda relación con las destrezas, habilidades, talento e innovación que un profesionista puede desarrollar en su trayectoria, ya que dichas características serán fundamentales para los trabajos u oficios del futuro.
5) Inteligencia estratégica. Ser estratega requiere conocimiento, experiencia y un aprendizaje constante en el mundo fáctico, además, permite al profesionista tomar decisiones asertivas; por ejemplo, en la solución de distintos tipos de problemas. Desde luego, actuar en forma inteligente es escuchar otras opiniones, enfoques y puntos de vista.
6) Inteligencia digital. Estar presente en el mundo digital, es una realidad en nuestros días, sin embargo, para que un profesionista pueda ser altamente competitivo, debe aprender a dar un uso inteligente al internet de las cosas o las redes sociales. A manera de ejemplo, los profesionistas podemos buscar publicitarnos y relacionarnos a través de dichas herramientas como crear un blog, página web o generar contenido por medio de videos o podcast.
En síntesis, si como expertos y profesionales de alguna área del conocimiento trabajamos en el desarrollo y fusión de las inteligencias mencionadas, lograremos mayores oportunidades de éxito con el fin de facilitarnos la vida diaria o laboral con seguridad, autoestima, motivación y dinamismo.