La tecnología y las nuevas formas de comunicación han ido cobrando protagonismo de manera gradual y sin descanso, se han convertido en una de las variables que más han condicionado la composición de las sociedades actuales, las nuevas generaciones se enfrentan a cambios significativos en cómo se experimenta, entiende y manifiesta la sexualidad humana. Además, prácticamente no hay campos que la tecnología hayan sido indiferentes a su presencia, tanto así que son los protagonistas en el terreno del descanso, la alimentación y por supuesto, la sexualidad.
El acceso masivo a la información y la inmediatez están formando la sexualidad de las generaciones más jóvenes incluso para algunas personas piensan y sienten que la tecnología está reemplazando al sexo. Contamos con una enorme carga sexual y sin ningún tipo de censura que el contenido que podemos consumir esta cuando y como la queramos.
En los últimos años el metaverso ha sido uno de los principales temas de conversación, pues promete tener de todo, tanto así que las personas pueden “construir” y tener ahí una vida virtual paralela a la vida física.
Actualmente hay varios “juegos” eróticos en los que el usuario entra a una simulación en donde puede tener interacción sexual con personajes virtuales. ¿A dónde vamos a llegar? Quizás los procesos del enamoramiento y el amor cambiarían, de tal manera que las actuales relaciones de pareja, tiene un fuerte impacto a través de diferentes aplicaciones móviles, por medio de las cuales el amor romántico de siglos pasados ha quedado ahí, en el pasado. Se están perdiendo las habilidades sociales, la emociones pasarían de ser extremos, ya sea de control o de dependencia, la manera en que se vive la sexualidad se sugestiona que incluso ha cambiado, generando conflictos como desconfianza en las parejas a causa de un “me gusta”.
Con todo esto, a donde vamos a llegar, en mi opinión personal, creo que las relaciones personales van a dejar de ser un reto emocional y social por la falta de habilidades que las nuevas generaciones están dejando de formar y la cual las generaciones pasadas dejaran de fomentar por el hecho que nuestra atención se basa en el tener y poseer, que en el ser y compartir.
Es hora de tomar acción, estamos a tiempo de forjar a seres humanos llenos de humanidad a dejar que una pantalla sea quien crie y eduque a nuestras generaciones, e incluso a nosotros mismos de una manera negativa. No quiero satanizar las pantallas, pues a través de ellas en CreSer por ejemplo damos información valiosa y efectiva para el crecimiento personal, pero si ser consciente que consumimos.
Para pasar a ese cambio lo más importante es reconocer el error, reconocer que hemos fallado dentro del sistema, perdonarnos y tomar riendas en el asunto, y se hace empezando con nosotros mismos. Aprende a conocer tu cuerpo, amándolo y respetándolo, y de esas cosas que no te gustan generar el cambio. Apartando esos contenidos que no nos nutren y tomando el control de nuestros hijos y/o personas quienes tenemos a nuestro alrededor para crear una red de cambio y responsabilidad.
No es fácil, todos los procesos cuestan, pero si realmente tenemos esa motivación de generar adultos propios con valores y demás, la pornografía, películas, videos musicales llenos de contenido explícito así como los video juegos y la media llegaran paulatinamente a niños que han tenido una formación en su carácter y forma de ser que no entraran a as artimañas del sistema.
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