“Tras librarse de una relación abusiva, Alex una madre joven hace trabajos de limpieza, mientras lucha por construir un mejor futuro para ella y su hija, a pesar del sistema y los obstáculos que vive al tomar la decisión de abandonar a su pareja”.
Alex, decide abandonar a su pareja porque ya no soporta las peleas violentas que hay en su hogar. A cargo de su hija, sale de la casa rodante donde viven y busca ayuda en medio de la noche, con la mente y energía dispuesta a hacer y trabajar de lo que sea.
Cuando ella pide ayuda al gobierno, todo es un papeleo y exigencias imposibles de cumplir para alguien que realmente necesita ayuda. La angustia vivida por Alex la pude presentir en cada instante, como el detalle de cómo tiene que limitar sus compras por el poco dinero que tiene, de verse obligada a dormir en cualquier sitio, el continuo ir y venir de un sitio a otro, la miseria que hay tras las ayudas sociales y la imposibilidad de cumplir requisitos para beneficiarse de ellos. Durante cada suceso, tengo que decirlo, sufrí con ella la imposibilidad y su frustración.
Al seguir viajando con ella en su historia, noté la naturaleza de las relaciones abusiva que vive y el abuso psicológico constante, al igual que la violencia financiera y el miedo creado con gritos y amenazas, están tan marcadas estas situaciones que cuando Alex entra en contacto con otras mujeres que han vivido una situación similar, la hace caer en una revelación, aunque dentro de su ser sabe que no va a ser fácil.
De cada palabra y experiencia que me muestra, tengo que recalcar como una decisión por simple que sea, afecta de una manera significativa el presente, así como la vida real, si estuviera con esta persona quizás mi vida sería de tal manera, o si hubiera dicho no, los “hubieras” entran a la mente como un recordatorio del sufrimiento, porque, es tan real, que hace reflexionar en cuanto ser más audaz en el momento de una decisión, no solo dejarse llevar por el reptil (el impulsivo) sino también el prefrontal (el que piensa en las consecuencias de los actos).
Otra cosa muy puntual que me impactó, es la barrera que nos hemos creado en buscar ayuda profesional, psicólogos, trabajadores sociales, en fin, alguien con quien puedas expresarte y quizás con ello encontrarle la otra cara a la moneda, y Alex me enseño la dureza de ser vulnerable con quien puede ayudar.
No soy madre, pero pude ver que cuando una mujer sufre algún tipo de violencia y decide salir de ese círculo y cambiar su vida, se aferra en algo, en este caso Alex se aferraba a su hija, buscando que la niña no viviera el sufrimiento que ella estaba viviendo, la llevaba a un mundo de fantasía donde incluso Alex encontraba una paz momentánea con la idea de una vida mejor, cada vez que veía los ojos de su pequeña encontraba esa fuerza para buscar un lugar mejor donde dormir y a pesar que no tenían mucha comida con lo poco hacía que ella estuviera bien, todo esto lográndolo ella solamente ya que no tenía ayuda de su familia.
En el 2020 aumentaron los casos de violencia doméstica en los Estados Unidos tras el paso del Covid-19, Según cifras del Departamento de Salud de Estados Unidos, más del 30% de las mujeres y el 10% de los hombres en los Estados Unidos han vivido o experimentaron algún tipo de violencia doméstica, un verdadero problema de salud pública que se ha incrementado con el paso de la pandemia en más de un 15%.
A pesar de ya haber pasado un año de la pandemia, hoy en día se vive con más intensidad, uno de los principales factores que han hecho tan difícil controlar este problema es la subestimación por parte de las víctimas, para que haya violencia tienen que haber dos cosas: una persona agresiva, que puede ser pasiva o no, y una persona que se deje violentar.
Los expertos aseguran que este problema es aún mayor en la comunidad hispana y en las mujeres especialmente, que, por razones migratorias, no se atreven a denunciar a sus agresores, sin saber que están protegidas por la ley.
No seas un número más, si sufres de violencia es un proceso difícil, pero busca esa fortaleza para denunciar o buscar ayuda, podrías terminar con el final feliz que Alex alcanzó.
Con este artículo quiero que entres en conciencia de muchas cosas, una que no estás sola, mira la serie de Netflix (Maid), quizás ahí encuentres la fuerza que necesitas con la historia que Alex me mostró, dos siempre se encuentra ayuda, ya sea mental, espiritual, económica. así que por parte de CreSer puedo decirte que estamos aquí para asistir.
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