Si hablamos del concepto violencia de género es correcto pensar que cubre a mujeres y a hombres. Pero no es así, nuestra sociedad ha llegado a estigmatizar que siempre que se habla de violencia de género se refiere a que las víctimas siempre son mujeres, por este motivo a menudo, se utiliza la expresión violencia machista como sinónimo de violencia de género, pero no es así.
Este artículo es el primero en el que escribo sobre los hombres como víctimas, y como me conoces me gusta hablar de temas que son tabúes.
Para clarificar el concepto, la violencia es un comportamiento mal intencionado que provoca daños físicos o psicológicos. Existen diferentes tipos de violencia las cuales algunos hombres las viven día a día, como lo son física, emocional, económica, mental, sexual, entre otras más. Si te fijas bien, no hay ninguna diferencia a los tipos de violencia que existen contra las mujeres.
A diferencia de las mujeres que sufren la violencia machista, donde los casos son tan graves y tan frecuentes, estas reciben una gran atención por parte de los medios de comunicación, en cambio a los hombres nunca suelen aparecer en las noticias como víctimas, por falta de denuncias y por el qué dirán.
De acuerdo con un estudio en la publicación «Aggressive Behavior» de Richard Felson en el 2009, la violencia contra mujeres tenía un tercio más de probabilidades de ser denunciada a la policía sin importar el sexo del atacante, aunque la combinación de sexos con más probabilidades de ser denunciada era la de un perpetrador masculino con una víctima femenina.
La violencia cometida por mujeres hacia hombres en las relaciones heterosexuales, es un fenómeno que en muchos contextos aún no se le considera existente; se produce cuando son maltratados físicamente, amenazados o menospreciados por su pareja y acaban obedeciendo las órdenes por miedo a ser agredidos. Este fenómeno no se considera importante y mucho menos un problema social debido a su naturaleza, ya que los hombres maltratados por sus parejas, se enfrentan a burlas y a la falta de credibilidad.
El feminismo en algunas corrientes radicales, ha jugado un papel importante a la humillación y falta de respeto hacia los hombres que conlleva actitudes de desprecio y odio al género masculino.
No obstante, no pasa con todas las corrientes, muchas otras abogan por las oportunidades equitativas para hombres y mujeres, además de las percepciones y el estigma que vienen con los roles tradicionales de género.
Otro tipo de violencia es la sexual. Quizás no lo sabías, pero históricamente la violación masculina ha sido un tema tabú debido al estigma que involucraría el ser violado, por ejemplo, muchas creen que ellos piensan en sexo 24/7, a pesar de ser en parte algo real, las creencias sociales establecieron, que cuando el hombre no responde a su pareja en la intimidad, podría ser juzgado sin importar la condición emocional o psicológica con la que se encuentre. Los niños y los hombres que son usados o abusados sexualmente, pueden enfrentar algunos desafíos debido a las actitudes sociales y los estereotipos sobre el hecho de “ser hombre” y la virilidad.
En Estados Unidos, solamente en el año 2012 se amplió el concepto para incluir, entre otros crímenes, a la violación masculina dentro de sus informes agregados de criminalización.
Estuve buscando en Google sobre: – “como combatir la violencia contra los hombres” – encontré un resultado de 70,300,000 páginas diferentes, pero, el cual muy pocos hablaban sobre este tema en particular, la gran mayoría se dirigían sobre cómo prevenir la violencia contra la mujer.
Allí fue donde analice que el problema es tan grande, que Nos corresponde a nosotros aplacar esa lucha interna, y debemos empezar a trabajar en cómo ayudar a disminuirlo. Empezando por nuestros hijos varones, o incluso hablando con nuestras parejas.
A continuación, te dejaré una lista corta de cómo podemos empezar:
- Luchar contra la exclusión y los estereotipos nocivos, desmontando o modificando las normas sociales dañinas.
- No es de “mariquitas” o de “niñas” llorar, los niños varones lo pueden hacer, lo importante es enseñarles a cómo gestionar y manejar sus emociones y sentimientos adecuadamente.
- Romper con la estructura de que las niñas se cuidan como una rosa y los varones las tienen que proteger. El respeto va por ambas vías, y a los hombres también se les debería cuidar y proteger de la misma manera.
- Romper con creencias de que un hombre solamente puede defenderse y protegerse con violencia, porque al hacerlo de una manera pacífica se les llamaran “débiles”.
- Y en todo caso que tú no sepas como llevar estas situaciones, existen terapeutas, coaches o diferentes tipos de profesionales que pueden ayudarte a dejar de ser parte del problema.
Angie Forigua
Sex & Life Coach