Apartes de lo aprobado sobre Acta (Ley) de reducción de la inflación. Un proyecto a 10 años, consecuencias que no se verán inmediatamente, solo se verá el comienzo de la recaudación de impuestos primero.
No fue fácil el desenlace. Tras una maratónica sesión de mas de 20 horas y de enmiendas de los republicanos y propuestas más ambiciosas de independientes como el senador Bernie Sanders, la votación quedó 51 contra 50 en favor del paquete. Todos los republicanos votaron en contra y todos los demócratas a favor. La vicepresidenta del país, Kamala Harris, emitió el voto de desempate. El denominado proyecto de Ley de Reducción de la Inflación implica 740.000 millones de dólares y representará la mayor inversión en materia de clima de la historia de Estados Unidos. Además, introducirá importantes cambios en la política de salud, al otorgar por primera vez a Medicare la facultad de negociar los precios de ciertos medicamentos recetados y prorrogar por los subsidios a la atención médica que están por vencer.
El proyecto ahora pasa a la Cámara de Representantes, que tiene previsto volver de su receso el viernes, aprobarlo y enviarlo al presidente Biden para que lo firme.“Ha requerido muchos acuerdos”, dijo Biden en un comunicado. “La Cámara de Representantes debería aprobarlo lo antes posible”, añadió..
Análisis: La situación nacional de la inflación no se está resolviendo ni tan rápido ni tan acertadamente como pensamos. Los expertos cada día ven con gran cautela el tema de la inflación y predicen que solo se reflejará a largo plazo y los contribuyentes lo que menos tienen es tiempo para esperar una reducción de la inflación que castiga su presupuesto semanal. Los votantes regulares en su mayoría no reciben salarios de funcionario público ni de político. La legislación que busca reducir el déficit se pagaría con nuevos impuestos, incluyendo un impuesto mínimo del 15% sobre las grandes empresas que ganan más de 1.000 millones de dólares y un impuesto del 1% sobre la re-compra de acciones. Además, se aumentaría la capacidad de recaudación del Servicio de Impuestos Internos.
Casi la mitad del dinero recaudado, 300.000 millones de dólares, se destinará a pagar los déficits federales.
El proyecto de ley se apega a la promesa original del presidente Biden de no aumentar los impuestos a las familias o empresas que ganan menos de 400.000 dólares al año. 700 mil millones de dólares se busca recaudar en 10 años de nuevos impuestos.
“Bajar los precios de los medicamentos, reducir el coste del seguro de salud para millones de estadounidenses, hacer frente al cambio climático motiva mucho a nuestra base, especialmente a los votantes jóvenes”, resumió el senador demócrata Gary Peters sobre lo aprobado.
Y es que los precios ni bajan, ni se nota que vayan a bajar en el corto plazo. Incluso, la mayoría de insumos de la canasta básica y de los productos utilitarios en las industrias no se recuperan.
Por el contrario, la tendencia es a escasear y por ende a mantener precios elevados, mismos que no bajarán sustancialmente cuando llegue alguna recuperación milagrosa. A no ser que sea coordinada por la cadena de productores y de suministros.
De otro lado, las campañas políticos cacarean los mismos estribillos para coquetear a los votantes. La búsqueda del nuevo trabajo por los ya conocidos funcionarios públicos no cesa de usar las mismas retahílas de promesas y de listado de cosas por hacer, por mejorar e incluso, tildar a los salientes y a los contendores de que no hicieron nada o de que no podrán hacerlo.
Pero como votantes podemos ser igual de incrédulos, igual de suspicaces e igual de preguntones.
No todos los candidatos locales se atreven a mencionar el tema de la inflación.
Solo con el Acta de Reducción de la Inflación presentado por el gobierno pocos políticos empiezan a defenderla o a opinar.
Pero debemos entender que en temas legislativos siempre habrá pros y contras y no es una solución milagrosa que los diferentes partidos deban aceptarla o imponerla. Para ello se necesitan votos y las bondades de esta acta necesitan tiempo. Especialmente si solo toca a crear normas regulatorias de precios, nuevos subsidios (nuevo gasto) y muchos impuestos entre muchos temas más, ello tendrá oposición política fuerte. Sobre todo en una época electoral, no será fácil. Ahí los candidatos se romperán las vestiduras defendiendo o atacando dichas medidas.
En fin, a ver qué candidato local se atreve a mencionar la inflación, sin quemarse un dedo.