El pasado 12 de julio, la Asociación Cultural Colombo Americana celebró su Festival con motivo del 215.º aniversario de la Independencia de Colombia.
Luego de un éxito rotundo en 2024 —cuando, tras una pausa, se reanudó el Festival celebrando también los 60 años de presencia colombiana en Rhode Island—, en 2025 el trabajo conjunto volvió a dar frutos con un gran evento en el 100 de la calle Main, en Pawtucket. Una ubicación excelente, con amplio espacio. El clima fue cómplice, y la combinación de seguridad y orden resultó ideal.
Los maestros de ceremonias fueron Carla Rojo y Mauro Morales. El programa comenzó con la animación de Latina 100.3 y sus locutores, incluyendo a La Baby July, junto con DJ Gato, DJ Travieso y Alejandra. También estuvieron presentes el personal administrativo y de ventas de la emisora.
El respaldo al festival fue sobresaliente. Numerosos patrocinadores demostraron su apoyo a una organización como la Colombian American Cultural Society. Extendemos una felicitación a esta institución, así como a sus nuevos y antiguos miembros que continúan exaltando la presencia colombiana en el estado.
Destacable fue el aporte del Tesorero General de Rhode Island, James A. Diossa, y del personal de su oficina, quienes se unieron a la organización para conectar entidades, patrocinadores y empresas. Gracias a esa gestión, fue posible contar con la participación central de Fruko y sus Tesos, entre otros artistas. Fruko, quien celebra 60 años de vida artística, se presentó exitosamente en el cierre del festival. La orquesta fue aclamada por el público de Nueva Inglaterra, que coreó y bailó éxitos como El Caminante, El Preso, Suavecito y muchos más. El festival se adelantó al 20 de julio por razones de agenda, ya que Fruko solo podía presentarse en Rhode Island el 12 de julio.
También se presentaron artistas como Caballo Loco y Cachetes con las trovas, Jorge Pabuena, El Gary, Luis Ángel Díaz, A-Fue, DJ Pope, entre otros.
La organización del festival contó con el valioso apoyo de voluntarios. Los quioscos de comida, ventas de artesanías y bebidas estuvieron bien distribuidos para recibir a más de 3,000 asistentes. La seguridad fue evidente y no se reportaron incidentes.
Esperamos que para el próximo festival, tanto los vendedores de comida como la organización puedan coordinarse mejor para incluir carpas y mesas donde comer cómodamente, tal como se hace con la sección de bebidas. Además, sería importante considerar espacios adecuados para personas mayores y asistentes con necesidades especiales que también desean disfrutar del evento.
Fotos: Alfonso D. Acevedo – America News New England