El pasado 25 de febrero, Quisqueya en Acción y el Alcalde Brett Smiley celebraron los 180 años del aniversario de la Independencia de la República Dominicana y ofrecieron una celebración especial en el salón del concejo de la ciudad de Providence en horas de la tarde. Aunque varios de los dignatarios del orden federal, estatal y de la ciudad no pudieron asistir, enviaron a sus representantes. Con la asistencia de los miembros y directivos de Quisqueya en Acción liderado por su presidente Marilyn Cepeda y personas que hacen parte de diferentes roles en Quisqueya en Acción como las reinas en diferentes categorías, danzas entre otros que dieron color y alegría al evento patrio.
Apertura del programa con los himnos de Estados Unidos en la voz de John Britto y de la República Dominicana Evaristo Fama. Con la asistencia de los dignatarios en el estado de los niveles federal, estatal y de la ciudad; junto a un alto número de organizaciones y asistentes. Discursos emotivos de invitados y reconocimientos a personalidades sobresalientes de la comunidad dominicana. Finalizando con bailes folclóricos por el grupo de baile de Quisqueya en Acción.
PÁGINAS DE LA HISTORIA DE UNA NACIÓN Y EL 27 DE FEBRERO DE 1844
El 27 de febrero por la noche todo estaba preparado para dar el golpe contra la dominación haitiana, contando los dirigentes de la Revolución con el concurso de los batallones 31 y 32, compuestos por dominicanos y reintegrados a la plaza de Santo Domingo apenas el 30 de agosto, así como con el apoyo de los hermanos Pedro y Ramón Santana, cuyo prestigio en el Este aseguraba el concurso de toda la región oriental.
El plan de los revolucionarios era tomar posesión de todos los fuertes de la vieja muralla que rodeaba la ciudad, tanto como del puerto y de la barca que enlazaba el barrio de Pajarito (actual Villa Duarte) en la parte donde antiguamente se fundó Santo Domingo, y la ribera occidental del río, contando para ello con numerosos oficiales y clases de la guarnición capitaleña que se habían comprometido en la revuelta.
Serra relata: “… se señaló el 27 de febrero a las 11 de la noche para proclamarse el advenimiento de la República Dominicana..” El punto de reunión era la Plaza de la Misericordia, al lado de la puerta que se conoce ahora como Puerta de la Misericordia. Continúa Serra: “Creíamos que el número de los concurrentes sería mayor, pero desgraciadamente éramos muy pocos.
Comprometida es la situación, dijo Mella, juguemos el todo por el todo; y disparó al aire su trabuco.” Este disparo marcó el inicio de la abierta acción separatista.
Acercándose entonces todos los patriotas al Baluarte del Conde, el cual fue entregado a los febreristas por el Oficial Comandante, jefe de destacamento militar del Conde, Teniente Martín Girón, quien había sido conquistado por don Manuel Jimenes, el mismo que en un futuro habría de ser Presidente de la República. Desde ese momento, el Baluarte del Conde quedó convertido en cuartel general y centro principal de la Revolución, al dirigirse desde allí todas las operaciones e instalarse el primer Gobierno de la República, presidido por Sánchez, y con la denominación transitoria de Junta Gubernativa Provisional, de la cual formaban parte además, Ramón Mella, José Joaquín Puello, Remigio del Castillo, Wenceslao de la Concha, Mariano Echavarría y Pedro de Castro y Castro.
Luego que los rebeldes tomaron posesión del Baluarte, José Llaverías abrió el portón con una bayoneta a fin de que por ella penetraran los primeros refuerzos que recibió la República, llegados del cercano pueblo de San Carlos [en la actualidad, un barrio de la ciudad de Santo Domingo] al mando de Eduardo Abreu. El Teniente Ángel Perdomo preparó la artillería del mismo, así como la del fuerte de La Concepción; entre los que lo ayudaron hay que agregar a la tía de Sánchez, la heroica e infortunada María Trinidad Sánchez, quien “en sus propias faldas conducía pólvora para las murallas” y repartía cartuchos en las murallas.
La incursión realizada esa noche por el Coronel Deo Hérard (hijo del Presidente Charles Hérard ainé), se replegó al ser recibida por una nutrida descarga disparada por los patriotas.
La República Dominicana fue proclamada, en ausencia de Duarte, la noche del martes 27 de febrero de 1844 en la puerta de El Conde de la ciudad de Santo Domingo por Tomás Bobadilla, Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella, Manuel Jimenes, Vicente Celestino Duarte, José Joaquín Puello, Gabino Puello, Eusebio Puello, Eduardo Abreu, Juan Alejandro Acosta, Remigio del Castillo, Jacinto de la Concha, Tomás de la Concha, Cayetano Rodríguez, Félix María del Monte y otros patriotas. En el Seybo, el mismo 27 en la madrugada, Pedro Santana, ya se había adelantado proclamando la Separación de Haití, siendo aclamado General del Ejército.
El día 28 de febrero, al amanecer, grupos de dominicanos tenían cercada La Fuerza (actualmente, Fortaleza Ozama) y todos los puestos de guardia haitianos, y turbas amenazadoras se arremolinaban en torno a las residencias de las personalidades haitianas de mayor significación; además, ya patrullas dominicanas recorrían todas las calles de la ciudad, Evidentemente amedrentado por la actitud agresiva de los dominicanos, el comandante General Henri Etienne Desgrotte suscribió dos cartas: una dirigida al Cónsul Saint-Denys, manifestándole el grave peligro que corrían los miembros de la colonia haitiana, dejando constancia de su disposición para iniciar negociaciones con los insurrectos; y la otra, dirigida a los revolucionarios de la Puerta del Conde, invitándolos a darle a conocer sus propósitos y sus aspiraciones. Esta gestión del General Desgrotte fue conocida por la Junta Gubernativa Provisional que se había constituido, de facto, desde la noche anterior.
La Junta Provisional respondió por escrito diciendo que la privación de nuestros derechos, las vejaciones y la mala administración del gobierno haitiano, nos ha puesto en la firme e indestructible resolución de ser libres e independientes, a costa de nuestras vidas y nuestros intereses, sin que ninguna amenaza sea capaz de retractar nuestra voluntad.
Mientras se escribía esta declaración, el tambor redoblaba incesantemente en el Baluarte, tocado por el soldado Nicolás de Bari en señal de libertad.
Los haitianos se consideraron sin fuerzas para combatir un alzamiento de tal magnitud, y para protegerse apelaron a los buenos oficios del Cónsul de Francia, Saint-Denys. Las negociaciones por intermedio del Cónsul francés avanzaron en el curso del día 28 y al llegar la noche, Desgrotte y sus oficiales y soldados habían capitulado mediante un documento de diez puntos que firmaron: la comisión designada por la Junta para negociar, la Junta misma, los comisionados de Desgrotte el propio Desgrotte y finalmente el Cónsul de Francia. La capitulación por parte de los haitianos garantizaba la entrega pacífica del Poder a los dominicanos y facilitaba la salida de los funcionarios depuestos y sus respectivas familias dentro de un plazo razonable y en condiciones honorables.
Aquel mismo día se confeccionaba la primera bandera dominicana, creada con elementos de la misma haitiana, colocándole a ésta una cruz blanca que partía en cuarteles las dos franjas horizontales -azul y rojo- del pabellón occidental. Posteriormente los cuadros azules y rojos de la bandera dominicana fueron alternados. La tradición popular le atribuye la confección de la primera bandera a Concepción Bona, vecina del célebre Baluarte.
El primer himno dominicano fue obra del escritor Félix María del Monte, teniente de la Guardia Nacional, quien lo improvisó mientras prestaba servicios en la Fortaleza Ozama el primero de marzo de 1844.
Con la entrega de la fortaleza, el arsenal y las oficinas de Hacienda, la Revolución se adueñó totalmente del poder el día 29 de febrero por la mañana y la junta provisional dejó solemnemente constituida la República Dominicana nombrando, al mismo tiempo, varios delegados para que visitaran los demás pueblos de la parte del Este para comunicar las noticias de la Separación y tratar de que esos pueblos proclamaran a su vez su separación de Haití.
HISTORIA Y CULTURA
Con el establecimiento en el año 1492 del primer fuerte en La Española, nombre con el que fue re-bautizada la isla, comienza el gran proceso de trans-culturación que caracteriza al dominicano, hijo del encuentro de culturas, producto del mestizaje, “pueblo mestizo en sus creencias y costumbres; mestizo del español conquistador y del africano esclavo, con alguna gota de sangre indígena en sus nostalgias”.
La isla Española fue la primera colonia europea del Nuevo Mundo y en su capital Santo Domingo, llamada Ciudad Primada de América, se originaron las primeras instituciones culturales y sociales coloniales, se construyeron las primeras fortalezas, las primeras iglesias y la primera catedral, el primer hospital, los primeros monumentos y la primera universidad.
Hasta finales del siglo XVI la isla Española fue fuente de grandes beneficios gracias a sus riquezas minerales y al sistema de las plantaciones azucareras. Sin embargo, las minas auríferas se agotaron, lo cual originó una ola emigratoria que mermó considerablemente la población de la colonia. Bucaneros franceses que utilizaban la isla como puente de contrabando aprovecharon esta circunstancia y se adueñaron de la parte occidental donde fundaron la colonia de Saint Domingue, basada en la explotación de plantaciones con esclavos africanos.
Este cambio en el Sistema Económico representó una variación en los cuadros sociales de nuestra isla, debido, fundamentalmente a la llegada de los esclavos, produciéndose una fusión cultural, que se manifestará inmediatamente con el surgimiento de grupos étnicos diferentes: mulatos, zambos, negros ladinos y los mestizos, predominantes en Latinoamérica hasta nuestros días.
Fruto de este choque surgen valores culturales, donde hay que destacar el predominio de la cultura más fuerte sobre la más débil, aunque esta última no ha desaparecido totalmente.
El control económico cerrado que mantenía España con sus colonias, fue lo que originó el comercio ilegal de las demás potencias colonialistas europeas con los pueblos de América. Este hecho produjo en nuestra isla el contrabando y éste a su vez, provocó que la parte occidental fuera despoblada o devastada.
Con el tratado de Ryswick en 1697, España toleró a Francia la ocupación de hecho de la parte occidental de la isla.
Nacen dos naciones compartiendo una misma isla, la parte occidental colonizada por los franceses, la parte oriental colonizada por los españoles. Este territorio fue objeto de posesión y disputa por parte de las potencias colonizadoras europeas, de los siglos XVII y XVIII; disputas y ambiciones que dieron origen a la existencia de dos estados en una isla de apenas 77,000 Kms2 de superficie, en donde conviven dos pueblos con diferencias evidentes en su conformación histórico nacional, raíces culturales, desarrollo económico y evolución política.
La división de la isla, va a traer como consecuencia directa de la realidad misma de su división (Tratado de Aranjuez 1777), guerras constantes entre las potencias colonialistas por el predominio o el control de la isla.
Los enfrentamientos bélicos entre las potencias europeas, que tuvieron como escenario la propia Europa, van a incidir negativamente en la vida económica de los pueblos del Caribe y Santo Domingo no fue la excepción.
La conformación misma de nuestra identidad es el producto de un sincretismo, en el que se mezclaban desde los valores de las sabanas africanas, la arrogancia, el machismo, y la prepotencia guerrerista del europeo, abarcando el sabor a valle propio de nuestras poblaciones caribeñas, las cuales enriquecen extraordinariamente la conformación de nuestra identidad.
Como todo pueblo sometido, el nuestro no escapó de las vicisitudes que le impuso el momento histórico por el que atravesamos (Tratado de Basilea 1795). Contrabando, ataques de piratas, invasiones, crisis económica, dictaduras, golpes de estado, ocupaciones militares extranjeras y guerras fratricidas, hasta llegar a lo que somos hoy.
Toussaint Louverture invade en 1801 la parte oriental de la isla, a lo que Francia responde en 1802 enviando a Leclerc, cuñado de Napoleón, frente a una poderosa escuadra para reclamar el territorio.
Los franceses gobiernan Santo Domingo por un período de seis años hasta ser expulsados por un grupo de dominicanos quienes bajo el mando de Juan Sánchez Ramírez re-incorporan la parte oriental al dominio de España.
En 1822, tras 12 años de relativa tranquilidad, Santo Domingo es nuevamente invadida por los haitianos, y no es hasta el 1844 cuando éstos serán derrotados por un grupo de patriotas dominicanos encabezados por Juan Pablo Duarte, quienes proclaman el Estado independiente de la República Dominicana. Diferencias internas impidieron el desarrollo de las instituciones gubernamentales y una nueva anexión a España (1861-1863), provocó la denominada Guerra de La Restauración y la vuelta a la República.
En 1916 y hasta 1924, tropas de la infantería norteamericana ocuparon el territorio nacional, ocupación que volvió a repetirse en el 1965 bajo el falso pretexto de que el golpe militar del 24 de abril de ese año que procuraba reponer a Juan Bosch como presidente, era comunista.
Bosch había ganado la primera elección democrática después de la dictadura de Rafael L. Trujillo, que había durado 31 años.
HISTORIA POLÍTICA
1966-1978 gobernó el Dr. Joaquín Balaguer Ricardo, del entonces Partido Reformista, por tres legislaturas consecutivas.
1978-1982 gobernó Don Antonio Guzmán Fernández, del
Partido Revolucionario Dominicano.
1982-1986 gobernó el Dr. Salvador Jorge Blanco, del Partido
Revolucionario Dominicano.
1986-1996 gobernó nuevamente el Dr. Joaquín Balaguer, del Partido Reformista Social Cristiano, durante dos legislaturas y media, debido a la reforma del sistema electoral.
1996-2000 gobernó el Dr. Leonel Fernández Reyna, del
Partido de la Liberación Dominicana. (PLD).
2000-2004 gobernó el Ing. Hipólito Mejía del Partido
Revolucionario Dominicano (PRD).
2004 hasta la fecha el Presidente es el Dr. Leonel Fernández
Reyna, del Partido de la Liberación Dominica (PLD) y el último periodo de Leonel fue de 2008 al 2012, luego vino Danilo Medina que gobernó dos períodos consecutivos de 4 años: 2012-2016 y 2016-2020. Luís Abinader gobierna desde 2020 y terminará su periodo en mayo de este año. Está buscando la reelección, a la que se oponía cuando era opositor.
BANDERA Y ESCUDO
La Bandera, fue concebida por Juan Pablo Duarte, que inicialmente trazó una cruz blanca sobre la bandera haitiana, la cual está dividida horizontalmente en dos partes iguales con el azul arriba y el rojo abajo.
Sucesivamente se transformó en la actual, dividida en cuatro cuartos con los colores dispuestos en ángulos contrapuestos, con el azul en alto a la izquierda y abajo a la derecha, el rojo viceversa. Escudo al centro.
El Escudo, al centro tiene el clásico escudo con punta en la parte inferior y cerrado en alto de un triángulo con punta abajo, con los colores nacionales. Al centro del escudo 6 astas porta-banderas, 4 con banderas recojidas en la parte inferior, que sostienen la Biblia abierta y encima una cruz.
Al lado izquierdo un ramo de laurel (la inmortalidad) y la derecha un ramo de palma (la libertad), todo unido por una cinta roja que simboliza la Gloria, encima un festón rojo que dice República Dominicana. Arriba del escudo un festo azul con las palabras esenciales del patriotismo: Dios, Patria y Libertad.
Fotos Alfonso D. Acevedo.