Por: Gita Brown
Traducción: Jhon J. Cardona
Kenny Vallejos, estudiante de Educación en Rhode Island College, estaba revisando Instagram cuando un anuncio llamó su atención. El presidente Biden acababa de informar que el Programa de pasantías de la Casa Blanca seria remunerado y estaría abierto a líderes emergentes de todo el país.
“No soy un estudiante de ciencias políticas. Voy a una pequeña universidad en uno de los estados más pequeños del país. Y nunca he trabajado en un puesto gubernamental”, dice Vallejos. “Pensé que ser aceptado para esta pasantía sería una posibilidad muy remota. Pero entonces recordé una frase: ‘Fallas el 100 por ciento de las veces que no lo intentas’. Supongo que se podría decir que lo intenté”.
De hecho, para completar la solicitud, recibió ayuda personalizada de Margarida Dagraça, directora de proyectos del programa McNair Scholars de RIC, del cual Vallejos es miembro. Además, de cartas de recomendación de algunas profesoras que lo conocían bien: la Dra. Cara McDermott-Fasy y la Dra. Karen Capraro. Luego, tuvo una gran entrevista, demostrando su compromiso con su comunidad y su calidez, lo cual le otorgó fácilmente un lugar en el programa.
Del 12 de septiembre al 12 de diciembre 2022, el joven de 21 años vivió en Washington D.C., mientras trabajaba en la Oficina de Personal Presidencial; una comisión que recluta, examina y nomina a miles de personas designadas por políticos que quieren trabajar para la Administración Biden-Harris.
“Mi trabajo incluía hacer búsquedas en los registros públicos de los candidatos”, relata Vallejos. “Nuestro principal objetivo era asegurarnos de que los candidatos que se postulan estaban comprometidos con el servicio público. El presidente Biden también quería una administración que se pareciera a Estados Unidos.” Recuerda. “Al principio, no estaba seguro de lo que eso significaba. Estados Unidos, para algunos, es de personas blancas, mientras que otros lo ven como un país de diversidad”.
Cuenta que, al llegar a Washington, puedo entender a lo que se refería el presidente. Había gente allí de todas partes del país. Y la oficina en la que trabajaba tenía el equipo más diverso del que había formado parte.
Algunos se preguntarán por qué un estudiante de educación solicitaría una pasantía con el gobierno. Y Vallejos responde que se dio cuenta de que la política [servicio público] está entrelazada con su vocación de servicio. “Mis padres son inmigrantes de Honduras. Fui testigo del proceso de inmigración y lo difícil que puede ser. A medida que fui creciendo, enseñé inglés a personas que recién llegaban al país. En última instancia, siempre he tenido este impulso para ayudar a las personas”.
Estando en Washington, Vallejos encontró un reflejo de sí mismo en el Secretario de Educación de los Estados Unidos, Miguel Cardona; un latino del noreste, quien comenzó su carrera como maestro de escuela primaria. Lo que para Vallejos fue una visión de sí mismo en el futuro.
También conoció al Dr. Anthony Fauci y al Secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos Xavier Becerra, el primer latino en la historia de los Estados Unidos en ocupar este cargo.
“Te ves a ti mismo en estas personas y te das cuenta de que tú también puedes hacer ese trabajo”, dice Vallejos. “A través de mis cursos de educación en RIC, pude ver algunas de las políticas relacionadas con la educación que no tenían sentido para mí. Creo que, si hay alguna otra forma en que pueda marcar la diferencia, además de enseñar, será en el mundo político”.
Sin embargo, reconoce que enseñar es algo que debe hacer y que ha querido desde los cinco años. No quiere ser alguien que trabaja en el Departamento de Educación de los Estados Unidos sin haber trabajado en las escuelas; pues pudo darse cuenta de que muchas veces estas personas ejercen posiciones de liderazgo, pero realmente no entienden lo que sucede en un salón de clases en el día a día.
Para Vallejos su inspiración a una vida de liderazgo es el expresidente Obama. “Yo estaba en segundo grado cuando ganó las elecciones presidenciales del 2009. Era la primera vez en la historia de nuestro país que una persona de color ocupaba un cargo tan alto. Fue un momento realmente emotivo para mí cuando salió al escenario con su esposa e hijas después de enterarse de que había ganado. Fue muy motivador. Me hizo pensar que, si él pudo lograrlo, yo también puedo”.
Cinco años después, Vallejos tuvo la oportunidad de ver al presidente Obama en persona en RIC, dando un discurso. En ese entonces tenía 13 años y dirigía un proyecto para recolectar artículos para un refugio de familias sin hogar en su escuela, Times2 STEM Academy. Entonces, el director de la institución vio su compromiso y lo seleccionó, junto a otros niños, para ver al entonces presidente.
El año pasado, pudo ver en persona a la Primera Dama Jill Biden, quien se dirigió a un pequeño grupo de estudiantes de educación en RIC.
“Lo que resonó en mí durante su charla fue su pasión por la educación”, recuerda Vallejos. “Ella enfatizó la necesidad de más maestros. Como becario de McNair, mi investigación se centró en cómo conseguir más personas de color y más representación masculina en el campo de la educación, pues en mis clases, generalmente soy el único hombre y la única persona de color”.
A pesar de los problemas en el sistema educativo de los Estados Unidos y la división dentro del gobierno estadounidense, Vallejos dice que nunca ha sido más optimista sobre el futuro de este país.
“Cuando Obama dejó el cargo, perdí la fe en nuestro futuro”, dice. “Pero nunca ha habido un momento en el que me haya sentido más esperanzado que cuando estaba en la Casa Blanca. Realmente hay grandes líderes ahí afuera”.
“A mi familia, amigos, profesores y personal de RIC, gracias por creer en mí y gracias a todos los maestros que están formando a los próximos líderes del mañana”.
Kenny Vallejos ahora presenta charlas sobre su experiencia en la Casa Blanca en las escuelas primarias del estado, a modo de alentar a las próximas generaciones.