El ambiente político en el estado de Rhode Island vuelve y toma protagonismo con elecciones especiales para la cámara de representantes en Washington. Con la reciente renuncia de David N. Cicilline, Representante por el Distrito #1 de Rhode Island en Washington, las figuras que ya fueron elegidas apenas en 2022, ahora activan sus antenas y buscan de donde sea el dinero necesario para en unos meses conseguir el apoyo para cambiarse de trabajo y optar por el puesto en Washington. Es lícito que los seres humanos busquen cada día una mejor posición y mucho más si están ya en puestos que los votantes les han dado.
El Gobernador Dan McKee y el Secretario de Estado Gregg Amore anunciaron este miércoles 29 de marzo que la elección primaria será este 5 de septiembre un día después del Día del Trabajo. La lista tentativa de los que quieren aspirar a hacer maletas e irse a Washington son: La recién re-electa Sabina Matos; la Representante Estatal por Pawtucket Distrito #8 Sandra Cano; el Concejal por Providence John Goncalves; el antiguo oficial de la Administración de Gina Raimondo Nick Autiello; el Representante Estatal Nathan Biah; el antiguo candidato republicano Allen Waters y la nueva en política Mickeda Barnes.
Además, una larga lista de pesos pesados están considerando en participar como el presidente de la Cámara de Representantes de Rhode Island Joe Shekarchi y la ex-candidata a gobernadora Helena Foulkes.
La preocupación de esta editorial es que los votantes merecemos seriedad de quienes piden nuestro voto y nuestro voto de confianza en cada elección. El año pasado se llevaron a cabo las elecciones de medio término, elecciones consideradas más importantes para nosotros por razones tan notorias como que a quienes elegimos o re-elegimos para secretarías de estado, tesorería, representación estatal, concejalías, alcaldías; importantes elecciones ya que estas personas son las responsables de que las leyes en curso, los proyectos de ley de importancia en todos los frentes y las re-estructuraciones en las instituciones sean hechas de la manera que cada comunidad necesite. No sólo el cuidado de los votos debe ser la prioridad.
Por ello, aunque 2 años son poco para muchas de estas realizaciones, por lo menos esperamos que estos personajes electos cumplan con su término y al menos dejen un camino trazado.
Pero o sorpresa, el estimado por la comunidad David N. Cicilline, representante que ha hecho una labor de gran valor en Washington desde 2011 ha renunciado a su posición apenas 4 meses después de ser re-electo.
Esa decisión por supuesto es respetable y lícita para cualquier representante en todo cargo encomendado por los votantes. Sin embargo no deja de ser de mal sabor para quienes confiamos en esa representación tan valorada.
Ahora, toda renuncia en política trae un remezón a todos los niveles y arrastra consigo otras opciones de renuncias en cadena. Ya fuimos testigos hace 4 años con la renuncia de la gobernadora Gina Raimondo cuando fue llamada por el presidente Biden a servir como Secretaria de Comercio de los Estados Unidos. En ese caso, más que un remezón, fue una situación que generó unos cambios y que las normas de sucesión dictadas por las leyes del estado trajeron como resultado que el Vice-Gobernador Dan McKee ascendiera a gobernador sin necesidad de elecciones regulares o especiales.
Los detalles de los nombramientos de vacantes se abordan en el Artículo IX, Secciones 9 y 10.
Si el cargo de gobernador queda vacante por causa de muerte, renuncia, juicio político o incapacidad para desempeñar el cargo, el vicegobernador ocupará el cargo hasta que un gobernador esté calificado para actuar o hasta que se llene el cargo en la siguiente elección.
Si el cargo de vicegobernador también está vacante, el presidente de la cámara es el siguiente en la línea de sucesión.
Como tal Dan McKee debió elegir Vice-gobernador y lo hizo con Sabina Matos.
Ahora puede repetirse esta situación con la aspiración de Sabina Matos a la posición de Representante en Washington. Ahí Dan McKee tendrá que nuevo que elegir a un nuevo(a) vice-gobernador(a).
En este caso de la renuncia del representante David N. Cicilline, quien este primero del mes de junio se convertirá en el presidente de la mayor organización filantrópica del estado, Rhode Island Foundation, genera una elección especial para el 5 de septiembre las primarias y las generales el 7 de noviembre de 2023.
Para los votantes, las movidas políticas, resultantes de estas renuncias constantes representan más que emocionantes momentos de un juego político, más bien se ven como una manipulación de los electores, por que ninguno se compromete a terminar su periodo y cumplir sus promesas de papel que se imprimen en cartones bien grandes y costosos y que llegan a nuestro buzón, por que ya poco se comunican puerta a puerta con los votantes. Se dedican meas bien a esperar esas renuncias, las movidas estatales y nacionales en la política y ese esa es la tarea. Los temas se dejan a las comisiones y se dilatan cuanto se necesite.
Los términos que se le proponen a los votantes y la lista de promesas deben cumplirse, y eso parece no importar a la hora de buscar una mejor posición y un mejor ingreso en salarios, aparte del reconocimiento público. O sea que esto es una carrera por el beneficio personal, y muy poco por el trabajo de representarnos y cumplir el importante trabajo de representarnos en las legislaturas federales, estatales y municipales. Sin contar la puerta giratoria de los servidores públicos y de los elegidos para representación que se mueven como pez en el agua de departamentos entidades privadas y de privados a cargos de elección o nominados.
El estado es el mayor empleador, eso está comprobado, pero en estos casos diríamos que si, es el mejor empleador de los mismos de siempre, no se han hecho elegir y ya nos están contando que van para otro cargo. Pienso que algo está fallando y los votantes somos responsables de ello. No nos respetan por que estamos acostumbrados a que nos vean la cara de….
Permitir esta clase de afrenta pública por quienes hemos elegido y que en primer lugar nunca hacen rendición de cuentas a los electores, nunca cuentan de que se trata su trabajo en sus posiciones y vienen cada que toca a buscar nuestro voto como si se tratara de un paseo cada dos años o cada 4 años, eso ya se está pasando de la raya.
Alguien tiene que preguntar si hay un fallo de ética mínima con los votantes. De otro lado, de esta forma la oportunidad de que haya una renovación en los cargos públicos es casi imposible. Incluso, muchos de ellos ocupan cargos en los cuales empiezan a aprender, aunque nunca aprendan, y aún así quieren otro cargo más alto que porque ahí se va aprendiendo.
Esa rotación enfermiza de cargo a cargo de los mismos nunca le da oportunidad a nuevas personas, incluso no existe un incentivo para que jóvenes se preparen en materias como Ciencia Política, Economía, Derecho, Sociología, Administración Pública entre otras. Los incentivos que veo son aquellos de dar muchos, pero muchos empleos medianos a jóvenes y con orientación de ayudantes, secretarios(as), internos(a), pero es poco lo que se ve como una capacitación para ser los que relevarán en los cargos cuando haya renuncias como las que estamos notando. Y estos jóvenes desaparecen de la escena cuando el político de turno sale de su cargo, de pronto se lleva un par a su nueva posición y ya.
En conclusión el sistema está diseñado para que la rotación sea perfecta y para que los votantes ni pregunten aunque se queden viendo un chispero esperando quien vendrá a realizar las promesas de campaña que los cartones del correo dicen hace décadas.
No podemos olvidar quienes vivimos en el estado por mucho tiempo que hace 20 años cantaban y coreaban 10 en 2010, 20 en 2020 y creo que hasta 30 en 2030, esto refiriéndose a la cantidad de hispanos ocupando cargos de elección popular. Se ha logrado mucho de ello y el que muchos hayan ocupado cargos, unos con suerte y otros no con tanta, esto no satisface dado que han entrado en la misma ruleta de lo descrito arriba y son como delfines políticos o segundones de los viejos políticos del estado. La autonomía no es parte de ese grito de los números hace décadas. No basta con tener caras hispanas, necesitamos cerebros autónomos hispanos y sobre todo que duren en sus puestos y terminen lo que se les encomienda y luego de sus resultados que nos cuenten y soliciten el voto a las nuevas posiciones.
Queremos creer que no es el partido el único al que le tienen que rendir cuentas, los votantes ponemos los números y el partido la organización, esto es un trabajo conjunto. Pero parece que unas cosas son en conjunto para conveniencia y otras ni estamos en la lista. Ojo con estas elecciones especiales, Comportémonos especiales y elijamos a los nuevos y que los que ya elegimos se queden y cumplan. Después de sus resultados hablamos y vemos si los promovemos al siguiente nivel. Si están muy aburridos entonces salgan de la carrera política y descansen y dejen que nuevos cerebros frescos lleguen. No sean “comesolos” como dicen mis amigos dominicanos.