Los acontecimientos presentes y que son resultado de las decisiones que está tomando la nueva administración de los Estados Unidos, están sorprendiendo a partidarios y a no seguidores del nuevo presidente Donald Trump.
La marejada de órdenes ejecutivas con sus respectivas demandas legítimas y consignadas en la constitución producen un clima de debates, reuniones y conversaciones entre el público en general.
Sin embargo queda algo que muchos no toman en cuenta dentro de este clima caldeado y se trata de las audiencias que las comisiones del congreso están adelantando hace varias semanas y que tienen que ver con el actuar de los diferentes departamentos que hacen parte de esta gran nación. Además del escrutinio al que se enfrentan alcaldes, gobernadores y directores de departamentos, allende de funcionarios que serán llamados a rendir cuentas por las órdenes que cumplían en sus roles de subalternos.
Las investigaciones que pueden generar en procesos administrativos y penales ocurren con expedita velocidad en las audiencias del comité de supervisión del congreso.
Para el común del pueblo sólo tienen relevancia y preocupación las noticias tanto de medios masivos como los analistas y divulgadores en el mundo digital. Allí se encuentran y chocan las noticias de los hallazgos del gasto desmedido y de la administración de recursos en forma poco transparente, tanto a nivel doméstico como internacional. El manejo de los presupuestos de los municipios de la administración pasada, especialmente con la crisis migratoria está en tela de juicio.
No obstante, todo aquello que hoy estamos conociendo los ciudadanos, ya lo conocemos aunque no a fondo como hoy la nueva administración nos está revelando.
En medio de las acaloradas audiencias en el congreso de los Estados Unidos, de frente a la larga lista de bloqueos a las órdenes ejecutivas por parte de un grupo de fiscales estatales liderados en algunas de ellas por nuestro fiscal general de Rhode Island Peter F. Neronha y de cerca de 22 fiscales de estados demócratas, aparte de la determinación de Fiscales Federales que han puesto un paro temporal a otras órdenes para que no se implementen sin un proceso al menos en tiempo limitado; hoy vemos con sabor amargo como nuestra población y comunidades se enfrentan a situaciones que van más allá de lo que esperábamos aparentemente.
Las elecciones fueron claras y las campañas también. Todos alardeábamos de ejercer el libre voto y poder ver a nuestros candidatos preferidos ganar la carrera electoral. Una campaña sin precedentes.
Pero nadie puede decir que no conocía las consecuencias. Quizá el que llegó ayer solo tenía conocimiento de dos rostros compitiendo por la posición que les daría lo que añoraban al pisar suelo estadounidense.
Por demás quienes estamos viviendo muchos años en el país, puede ser que muchos desconozcamos la dinámica de los tres poderes en esta nación, aparte de que los pesos y contrapesos existen y en este caso el poder judicial está siendo puesto a prueba por el poder ejecutivo que está bajo la presión de la órdenes ejecutivas que salen cada día del la oficina Oval.
Me alegra ver el poder judicial trabajando con las herramientas jurídicas que incluso están siendo desempolvadas ya que muchas de esas herramientas no se usaron en años por pereza, por intereses o en otros casos por que no había llegado un presidente firmando órdenes que suenan controversiales.
El uso del poder judicial nos permite entender que no todo lo que se quiere hacer se puede o se debe hacer. En la administración pasada también se vio el desafío a las órdenes ejecutivas de Biden y a los proyectos de ley por el legislativo, tanto el congreso como las cortes lograron parar mucho de lo que se pretendió hacer.
Ver a los fiscales de estados, en este caso demócratas enfrentarse al ejecutivo debe dar orgullo a los residentes de un país con sistema democrático. Luego quiero mencionar de último al poder legislativo, hoy está en un pequeño receso obligado y quizás avistando que nuevos proyectos de ley se llevarán a las comisiones y luego al pleno para dar un aire nuevo a lo que sigue de esta administración.
El tema legislativo amerita otra editorial dado que las dos cámaras están en manos republicanas y tendremos muchos acontecimientos a la hora de votar muchos proyectos en los cuales algunos de los republicanos puedan tener reparos.
Continuando con el clima agitado de la política nacional debemos dirimir algunos tópicos que aquejan a los ciudadanos de a pié, por que si acá llueve tampoco para los funcionarios, políticos de carrera y allegados a los sectores administrativos y políticos, las cosas están cambiando a velocidad kilométrica.
A nivel federal es donde se está sintiendo el cambio de administración que prometió Trump de achicar el estado. Consecuentemente los presupuestos son hiper-revisados y recortados. Y el poder judicial está en posición de alerta máxima no sólo para recibir acusaciones para ser investigar al ejecutivo si no para recibir desde los fiscales estatales las demandas a dichas órdenes ejecutivas y a las órdenes de investigar.
En ese sentido gobierno actual y gobierno anterior estarán enfrentados en las cortes por largo tiempo. Gran empleo para juristas, investigadores, fiscales etc.
Para los ciudadanos en esta primera etapa nos toca enfrentarnos a los procesos que llegarán a nuestras puertas, a nuestros bolsillos para lidiar con las decisiones a nivel migratorio que comenzaron a moverse desde la campaña. Apretarnos el cinturón por los cambios económicos que se avecinan, no es menos inquietante. El panorama de los precios de muchos productos que ya venían en constante y acelerado aumento con la administración pasada será el pan de cada día mientras que las aguas se calman.
Y las decisiones del gobierno a nivel de los temas de seguridad, educación, ayuda interna e internacional etc. Estos temas ocuparán no sólo titulares si no unas protestas en estados donde dichos temas parece tener mayor importancia.
En un país con grandes diferencias poblacionales, culturales y sociales una orden ejecutiva produce un remezón de magnitudes colosales y efectos diferentes. Estados de mayoría demócrata están en gran inconformidad por razones evidentes y harán lo posible por mantener el Status Quo que les otorgó la administración pasada. En estados de mayoría republicana apoyarán lo que su representante en Washington dicte como el cambio, por el cual votaron.
Y esta división de políticas y de seguidores pondrán a grupos defensores de causas, a organizaciones no partidistas a enfrentarse ante el gobierno para reducir los daños que el nuevo período de recortes y cambios e investigaciones de los republicanos trae consigo.
Lo único común que podemos deducir de este análisis es que toda la nación está atenta quiera o no no a los resultados de cada una de las pugnas de estos tres poderes. Estamos en medio del fuego cruzado y atentos a cada impacto a nivel doméstico y sin querer a nivel internacional, muchos estamos conectados con los nuestros y también son afectados por esas decisiones. La inflación nos acompaño desde 2021 y nos la ocultaron aunque las cuentas que pagamos nos recuerdan que está respirándonos detrás del cuello. Y la recesión ni que decir.
Veníamos adormecidos y muy contentos con aguas mansas, pero, de esas hay que cuidarse más. Estábamos sintiendo que el bolsillo gritaba pero creíamos que era una hada madrina que nos ponía centavos para entretenernos. Las olas altas y las aguas turbulentas nos dicen que hay que moverse o nos arrastran y que cuando nos activemos habrá que trabajar el doble para superar una administración más y esperar la próxima. Ojalá que a esa lleguemos más preparados y no nos cojan de pendejos.