En editoriales anteriores expresé que luego de las más de 200 órdenes ejecutivas del presidente Donald Trump en sus primeros 100 días, yo visualizaba una larga lucha en las cortes y luego en las legislaturas tanto en Washington como en los estados. Estaba seguro de que la legislatura de Washington como en cada estado estaría ocupada en avanzar proyectos de ley para enfrentar la avalancha de órdenes ejecutivas, pero lo que ha ocurrido es que las cortes son las protagonistas y no parece que vaya a bajar esa intensidad en los 4 años de mandato de Donald Trump.
Lo mejor para los ciudadanos de este país y para los hispanohablantes que poco o nada se interesan en saber de la constitución y las leyes de este país, incluidos los no ciudadanos, es que habrá motivos para aprender del país al que escogimos como nuestra casa. Este país tiene las leyes viejas y nuevas, tiene tres poderes y todos los que vivamos y trabajemos bajo este sistema estaremos dependiendo de dichos preceptos y normas. Esto no es independiente a la ideología política. Las diferentes denominaciones o partidos harán lo suyo, pero la ley está ahí y cualquier gobierno, sea el que sea que gane usará esas herramientas.
Los poderes ejecutivo y judicial se han enfrentado desde el primer día de la segunda administración Trump. La lluvia de demandas judiciales desde los Fiscales estatales, los jueces de distrito han impugnado en su mayoría las órdenes de Trump. Muchas de dichas demandas, sobre todo las de los jueces de distrito han logrado su efecto temporal, ellos han logrado ganar tiempo y frenar los procesos de la implementación y puesta en ejecución dichas órdenes.
Si algo no es menos cierto es que órdenes que van más allá de los intereses de los estados demócratas y que tocan el orden nacional e internacional si han avanzado rápidamente, ello por la acción de las apelaciones de la administración Trump y su administración que en cada secretaría, ministerio han hecho su tarea y han usado los recursos que la constitución les otorga.
En muchos casos como el de USAID, por poner un solo ejemplo de carácter nacional e internacional, la corte suprema avaló, no solo el que la secretaria de estado tomara esta organización y la uniera a esta secretaría bajo el mando de Marco Rubio, si no que pudiera despedir personal no necesario, además, con varias excepciones impuestas por la corte suprema.
Marco Rubio en USAID aparte de transformar la agencia y convertirla en un organismo eficiente, pudo eliminar múltiples ayudas al exterior y acá en Estados Unidos, pero tuvo que mantener algunas ayudas ya pactadas y que impactaban a grupos de refugiados en tránsito, a países afectados en Africa e incluso a organizaciones dentro del país a nivel cultural entre otros, todo por las demandas impuestas por jueces de distrito que en alto número presentaron sus casos ante el supremo.
Pero entre los descabezados estuvo La radio nacional pública o NPR por sus siglas en Inglés (National Public Radio), esta institución, que tuvo que presentar audiencias ante el congreso y que fue duramente criticada por los comités del congreso de Estados Unidos recibió uno de los golpes más duros al ser excluida de los fondos para su funcionamiento. No solo fue criticada su inclinación política partidista, si no, que los congresistas expusieron la falta de equidad y participación en materia de empleo y en materia de programación. No pudo su directora explicar por que en su plantilla de empleados no había ni un republicano, y sobre su programación, entre otros reparos de los congresistas demócratas del congreso, Edith Chapin, que anunció que renunciaría y dejaría su cargo a finales de 2025, declaró a los medios que su renuncia no obedecía a la acción de la legislatura federal de cortar en 8 millones de dólares el presupuesto a NPR para 2026, en total esta agencia verá reducido su presupuesto en $1,100 millones de dólares para NPR y para PBS en los próximos 2 años.
La realidad es que el sistema judicial se ha movido en mayor proporción que los legisladores. Los jueces de distrito han hecho uso de lo que la ley norteamericana les permitió hasta hace poco, cuando el Tribunal Supremo falló sobre dicha norma de que los jueces de distrito no podrían detener, frenar, cualquier orden del poder ejecutivo en su totalidad.
Derivado de la orden ejecutiva de Trump sobre la eliminación de la ciudadanía por nacimiento, la corte dictó sentencia limitando los poderes de los jueces de distrito. La Corte Suprema de Estados Unidos otorgó al presidente Donald Trump una importante victoria (27.06.2025) al limitar la facultad de jueces federales para bloquear decisiones de su administración que consideran ilegales.
Sin embargo, el máximo tribunal no precisó si el decreto del mandatario para abolir la ciudadanía automática por nacimiento es constitucional o no. Se espera que el supremo se pronuncie a finales de este año sobre el particular.
«La solución no es que el tribunal también se exceda en sus facultades»
Por seis votos a favor y tres en contra (los de las juezas progresistas), la corte declaró que las suspensiones a escala nacional emitidas por jueces de tribunales inferiores «probablemente exceden la autoridad equitativa que el Congreso ha otorgado a los tribunales federales».
«Los tribunales federales no ejercen una supervisión general del poder ejecutivo, resuelven casos y controversias de acuerdo con la autoridad que les ha otorgado el Congreso», declaró la jueza Amy Coney Barrett, autora del dictamen.
«Cuando un tribunal concluye que el poder ejecutivo ha actuado ilegalmente, la solución no es que el tribunal también se exceda en sus facultades», añadió en un fallo.
Hay demandas que podrán surtir algún efecto, pero será a niveles más regionales o incluso solo estatales.
Fue ampliamente explicado y difundido el hecho de que no era posible que un juez de distrito pudiera influir en leyes, normas u órdenes ejecutivas de un mandatario elegido por la mayoría del pueblo y no por el poder judicial de un estado o jurisdicción menor en la escala judicial.
Finalmente, como inicié esta editorial, el poder legislativo tendrá la bola del lado de la cancha por algunos meses. Pienso que los candidatos e incumbentes a puestos legislativos como representantes estatales, senado estatal de la oposición, incluso a alcaldes, gobernadores, etc., entre otros; estarán afilando sus lápices y que antes o después de las elecciones de medio término tomarán la batuta y nos dirán que para mantener sus posiciones harán frente a todas las órdenes ejecutivas de Donald Trump.
Este será el caballito de batalla, de hecho, desde ya, en todos los rincones del país se escuchan las voces de candidatos a gobernador, alcaldes que gritan a viva voz el estribillo que hay que derrocar al dictador, las voces republicanas son más discretas aunque hay quienes se enfrentan a su propio presidente. Desde el lado demócrata, los demócratas como Bernie Sanders y la representante Alexandria Ocasio Cortez han recorrido el país buscando alentar a la población para que busquen a su nueva cara que los represente.
La política en Estados Unidos es apasionante, por ello, aunque en nuestro patio hay un silencio sepulcral, todos sabemos que en cada casa, en cada restaurante, en cada calle hay sabor a política nacional. Que bueno que tenemos la oportunidad de aprender que la vida se rige por la política y aunque muchos no participen son tocados día a día por las decisiones que los gobernantes toman. O no? A usted no le impacta de ninguna manera? Hoy es el momento local.