Recientemente, se cita con frecuencia el anglicismo del “nearshoring”, el cual representa la reubicación o relocalización, que hace una empresa de sus procesos comerciales y productivos a países que se encuentran más cercanos a su principal mercado y que les generan costos más bajos, a diferencia del “offshoring” en el cual, se reubica la producción a un país muy lejano y que atiende a otras estrategias, como la subcontratación de sus procesos y enfocándose a la reducción de costos.