Cada día que amanece puede ser el último para unos, como también será el primero para otros, por eso la invitación es a vivir con intensidad sin necesidad de estar pendiente de lo que digan los demás de nosotros.
Cada día que amanece puede ser el último para unos, como también será el primero para otros, por eso la invitación es a vivir con intensidad sin necesidad de estar pendiente de lo que digan los demás de nosotros.