El cierre del gobierno y los despidos masivos del 2025 han dejado a miles sin salario ni estabilidad. Cuando el ingreso se detiene y los gastos siguen, la verdadera protección no es el empleo, sino la planificación financiera: ahorro, múltiples fuentes de ingreso y control de deudas. Una radiografía dura, pero necesaria, de la fragilidad económica actual.
