La editorial reflexiona sobre la creciente polarización política y social en EE.UU. desde 2016 y sus consecuencias, incluida la violencia contra figuras visibles y ciudadanos comunes. A propósito de las muertes de Charlie Kirk e Iryna Zarutska, se hace un llamado a defender el debate libre y civilizado frente a los extremismos que amenazan la convivencia.